Sólo la mitad de las empresas siguen vivas cuatro años después de crearse
Sólo algo más de la mitad de las empresas que se crean en España (el 53%) continúa funcionando cuatro años después de comenzar su actividad. Son datos proporcionados por las Cámaras de Comercio, de los que se destaca asimismo que cuanto más pequeña sea una empresa, menores posibilidades de supervivencia tendrá. Según las Cámaras de Comercio, cuatro años después de su nacimiento, sólo el 49,2% de las empresas que no tenían asalariados en el momento de su fundación continúa su actividad empresarial.
En el caso de las sociedades de entre uno a cinco trabajadores el porcentaje de supervivencia se eleva hasta el 62%. Pero son las compañías que cuentan con seis o más trabajadores las que tienen, con el 75%, un índice de supervivencia más alto.
Cada año se crean miles de empresas en España. Sin embargo, son muchos los problemas que se encuentran estas compañías en sus primeros años de vida. Problemas que se multiplican en el caso de las pequeñas y medianas empresas, que, según el informe Las pymes en España 1996-2000 de la Secretaría de Estado de Economía, representan el 99% de las sociedades activas en España y ocupan al 79,8% de la fuerza laboral de nuestro país.
Precisamente con la intención de apoyar a las empresas de nueva creación y especialmente a las más pequeñas, la Fundación Incyde, dependiente de las Cámaras de Comercio, ha asesorado desde su creación a 5.200 emprendedores, ha dado lugar a la puesta en marcha de 2.125 negocios y prevé alcanzar las 6.000 empresas en los próximos seis años y generar 30.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
Nueva Empresa
También el Gobierno pretende facilitar la vida de las empresas de menor tamaño. Precisamente con este objetivo ha anunciado la puesta en marcha del proyecto Nueva Empresa, que intentará reducir la elevada mortalidad de las empresas durante sus primeros años de actividad. El proyecto prevé, entre otras novedades importantes, la existencia del estatuto de nueva empresa, que permitirá la constitución de empresas en un plazo que oscila entre 24 y 48 horas, frente a los 30 o 60 días actuales. Además, establece una cifra de capital entre 3.012 euros y 60.096 euros, permitiendo desembolsos parciales, y contempla la creación de secciones especiales en los registros mercantiles, tanto en denominaciones como en inscripciones.
Las sociedades creadas al amparo del estatuto de la nueva empresa dispondrán también de un modelo simplificado de contabilidad con un registro único y basado en la llevanza de un libro diario, favoreciendo la composición inmediata de las partidas.