EEUU reduce el déficit comercial por la caída del dólar
El Departamento de Comercio informó ayer que el déficit comercial alcanzó el junio los 37.200 millones de dólares, un nivel inferior a los 37.800 millones registrados en el mes de mayo, que supuso un récord. Las exportaciones crecieron un 1,7% en junio, hasta alcanzar los 82.000 millones de dólares, mientras que las importaciones subieron un 0,5%, hasta los 119.200 millones de dólares.
La depreciación del dólar frente a las principales divisas ha dado un nuevo impulso a las exportaciones, que alcanzaron su nivel más alto desde agosto del año pasado. En lo que va de año, el dólar ha perdido en torno a un 10% frente al yen y frente al euro, aunque ayer ganó posiciones frente a ambas divisas.
El sector que más ha percibido ese ímpetu ha sido el de alta tecnología, que ha visto reducido su déficit de 900 millones en mayo a apenas 100 millones en junio.
Entre las exportaciones, destaca el incremento de bienes de capital, un 3,7%, el mayor incremento desde agosto de 2001. Los analistas atribuyen este dato a la salida de capitales que provocó las fuertes pérdidas registradas en las Bolsas estadounidenses en ese mes.
Por importaciones, destaca la caída de automóviles y componentes un 3%, después del incremento del 3,8% registrado en mayo. También descendieron las importaciones de crudo desde los 6.900 millones de dólares de mayo a 6.400 en junio, en lo que influyó tanto la caída en volumen como del precio medio del barril.
Sin embargo, el crudo empezó a remontar a lo largo de julio, cuando los precios importados del petróleo subieron un 4,9%, una tendencia que se ha agudizado a lo largo del mes de agosto. Este factor puede añadir ciertas presiones inflacionistas sobre la economía estadounidense, que ahora podrían ser un alivio para la Reserva Federal al alejar el temor a un proceso deflacionista.
Sin efectos sobre el PIB
En todo caso, la desaceleración en el ritmo de crecimiento de las importaciones indica un menor pulso del gasto de los consumidores estadounidenses, toda vez que las empresas anticiparon en junio pedidos del exterior ante la huelga convocada para julio en los puertos de la costa oeste.
Los datos conocidos ayer no supondrán una revisión significativa del PIB del segundo trimestre, por lo que respecta a la aportación del sector exterior. 'No parece que vaya a haber un gran impacto en las revisiones del PIB', dado que los datos van en línea con las primeras estimaciones del Gobierno, explicó Steven Wieting, economista de Salomon Smith Barney.
El Gobierno hará pública la segunda estimación del PIB el próximo día 29. Los tres meses del segundo trimestre acaparan los mayores déficit históricos de la balanza comercial de EE UU.
El cálculo inicial apuntó que la economía creció el 1,1% entre abril y junio, tras el 5% registrado en el primer trimestre. Los economistas apuntan que de mantenerse la debilidad del dólar el sector exterior podría tener una aportación positiva al PIB en el segundo semestre.
Entre enero y junio el déficit comercial ascendió a 206.000 millones de dólares, comparado con un saldo negativo de 190.484 millones en el primer semestre de 2001.
De mantenerse esta tendencia, que es lo que parecen descartar los economistas, EE UU podría superar ampliamente a finales de año el histórico déficit comercial que registró en 2001 y que ascendió a 358.000 millones de dólares.
La ofensiva comercial de EE UU en Asia comienza a rendir sus frutos. Las exportaciones a China alcanzaron un récord de 2.200 millones de dólares, lo que no impidió un aumento del déficit con ese país hasta los 8.500 millones de dólares. El déficit con las nuevas economías asiáticas se redujo de 1.900 millones en mayo a 1.000 millones en junio.
La Unión Europea redujo su superávit comercial con Estados Unidos un 16%, aunque en el conjunto del semestre el saldo comercial fue favorable a la UE en 35.349 millones de dólares, muy por encima de los 27.996 millones de dólares en el primer semestre de 2001.
También ayer se dio a conocer un informe sobre las ventas minoristas semanales, que apuntan un descenso del consumo de los estadounidenses.
Según el informe de Instinet, las ventas cayeron un 1,5% en las dos primeras semanas de agosto, pese a las promociones de los almacenes de cara a la vuelta a clase.
'Los consumidores, de forma creciente, compran lo más próximo a lo que necesitan', aseguraba el instituto. 'Las ventas de agosto muestran el mismo desarrollo que percibe el sector minorista desde julio', aseguraba un analista de la entidad.