La debilidad económica de EE UU pone en peligro la recuperación de los emergentes
Los vaivenes de la economía estadounidense marcan el paso de los países emergentes, que tras una inesperada mejoría en el segundo trimestre ven ahora como todo amenaza con venirse abajo.
La economía mexicana creció un 2,1% en el segundo trimestre del año, el primer aumento del PIB en nueve meses, superando ampliamente las previsiones del Gobierno y los analistas. Pero la tormenta no ha pasado. 'El mayor peligro para México es el impacto de los mercados financieros de EE UU en el resto de la economía', afirma Nathaniel Karp, de BBVA.
El PIB estadounidense creció un espectacular 5% en el primer trimestre del año, mientras que en el segundo la expansión económica fue de sólo el 1,1%. Karp afirma que este retroceso está retrasando ya la recuperación de México. La estimación oficial del PIB es del 1,9%. 'En una economía emergente se necesita crecer a tasas mucho más altas', explica Karp.
De hecho, las repercusiones más directas de la debilidad estadounidense se perciben en el otrora floreciente negocio de las maquiladoras, las fábricas de ensamblaje, desarrolladas en la frontera con EE UU. Desde 2000, el sector ha vivido el cierre de 535 fábricas, un 14%, y el despido del 20% de los empleados, que ahora son 1,1 millón.
Otros países también viven en vilo con los tambaleos de EE UU. El crecimiento de Taiwan en el segundo trimestre fue del 3,98%, mientras que en el primero había sido de sólo el 0,89%. La expansión de la economía se dio exclusivamente en las exportaciones, que crecieron un 14,9%, el mayor incremento en 21 meses. Mientras, los salarios y el consumo doméstico permanecen estancados.
El mercado estadounidense es esencial para Asia. Por ejemplo, las exportaciones no petroleras de Singapur crecieron un 16,8% en julio, el ritmo más alto en dos años. Este alza tuvo mucho que ver con los envíos a EE UU, que subieron un 21%. En Indonesia, el Gobierno espera una expansión del 5%, pero la falta de demanda de productos de alta tecnología desde Occidente amenaza al objetivo macroeconómico.