Plan de Schröder para reducir el paro a la mitad
El informe de la comisión Hartz para la reforma del mercado laboral en Alemania, la última baza electoral del canciller Gerhard Schröder, fue presentado ayer con el objetivo de reducir el paro a la mitad en tres años.
El informe se centra en hacer más eficiente la tramitación de empleos y aumentar la responsabilidad del parado. Los desempleados sin compromisos familiares tendrán que aceptar empleos en todo el país si no quieren ver recortado su subsidio. También deberán darse de alta en las oficinas de empleo tan pronto como se produzca su despido, una medida con la que se quiere reducir el proceso de tramitación de las 33 semanas actuales a sólo 22, con el consiguiente ahorro en costes.
Además se reforman las oficinas de empleo para modernizarlas y hacerlas más eficientes. Las delegaciones tendrán un departamento de contrataciones temporales y quienes obtengan un empleo temporal en estos departamentos seguirán recibiendo parte del subsidio, con lo que el empresario ahorrará en costes laborales. Además se darán incentivos fiscales a los trabajadores autónomos y a los asalariados con sueldos inferiores a 500 euros mensuales.
Peter Hartz, jefe de personal de Volkswagen y presidente de la comisión, ofició de maestro de ceremonias junto al canciller, que ha sido el promotor de la idea y que ha anunciado que aplicará 'punto por punto' las propuestas si gana las elecciones del 22 de septiembre. El socialdemócrata calificó el documento de 'gran apuesta', pero evitó prometer cifras concretas para no repetir su error de 1998, cuando se comprometió a reducir el paro hasta 3,5 millones de personas, objetivo que no cumplió.
Schröder, que está seis puntos por detrás del conservador Edmund Stoiber en las encuestas, tiene poco tiempo para cambiar la opinión de un electorado cuyas principales preocupaciones son el desempleo y las inundaciones que han devastado parte del este del país.
Hartz señaló que si el documento recibe el apoyo de la sociedad se logrará pasar de los más de cuatro millones de parados actuales a sólo dos millones de aquí a 2005. Esta reducción permitirá no elevar el gasto del Gobierno en subsidios de desempleo, actualmente en 20.000 millones de euros anuales.
Los empresarios, que en un principio apoyaban el plan, se sienten decepcionados por la versión final del documento y creen que no ha ido lo suficientemente lejos.
Dieter Hund, presidente de la patronal germana, afirmó que el informe 'apenas modifica las debilidades sustanciales del mercado de trabajo en Alemania' y reprochó que sus autores no hayan tenido el valor de proponer reformas que recorten directamente los subsidios de desempleo. En términos similares se expresó Michael Rogowski, presidente de la Asociación Federal de la Industria Alemana, que dijo que faltan 'algunas medidas fundamentales' y criticó el debate público generado en torno a la comisión.