La producción industrial pierde pulso al crecer en julio sólo un 0,2%
La producción industrial en EE UU creció en julio el 0,2%, una cifra superior a lo previsto por los analistas gracias al aumento de la demanda eléctrica provocada por una ola de calor y las ventas de coches impulsadas por los planes de financiación cero. Los datos apuntan un frenazo en la actividad industrial que se ha trasladado al empleo. Las nuevas peticiones de subsidio de desempleo crecieron la semana pasada hasta alcanzar las 388.000 solicitudes.
Estados Unidos volvió a ofrecer ayer nuevos datos sobre el estancamiento que atraviesa su economía. La Reserva Federal informó que la producción industrial creció en julio un 0,2%, el séptimo mes consecutivo de crecimiento, pero lejos del 0,7% alcanzado en junio.
De hecho, se trata del desarrollo más débil de la industria desde el pasado mes de abril y se basó, principalmente, en un aumento de la producción energética (2,3%), ya que las fábricas produjeron un 0,1% menos. Una ola de calor en julio provocó un aumento de la demanda energética para el uso de aires acondicionados y ese mismo factor puede hacer crecer la producción en agosto. El pasado martes el consumo de aire acondicionado en la costa este era un 89% superior a la media para esta época del año.
Por productos, destaca el crecimiento del 2,5% en la producción de bienes duraderos gracias al impulso del sector del automóvil (4,2%) al rescatar las grandes compañías los planes de financiación cero para vender más coches.
Si excluimos este apartado, la producción industrial cayó un 0,1%, cuando en junio registró un aumento del 0,5%. La producción de bienes no duraderos retrocedió un 0,3% y los bienes de equipamiento empresarial descendieron un 0,1%.
Las industrias eléctricas y las automovilísticas hicieron subir la capacidad de utilización una décima, hasta el 76,1%. La tasa media en la expansión de 1991 a 2001 fue del 81,6%.
Así las cosas, la incipiente recuperación de la industria parece haberse frenado en julio y los economistas apuntan que la producción total de la economía se puede desacelerar en los próximos meses ante el efecto de las caídas de las Bolsas sobre el consumo y la inversión. El índice de pedidos del Instituto para la Gestión de la Oferta (ISM por sus siglas en inglés) apuntaba a principios de mes el nivel más bajo desde el pasado noviembre.
Entre abril y junio, la economía creció un 1,1% y la producción industrial (que representa una sexta parte del PIB) crecía al 0,7% a finales de ese trimestre. Un menor crecimiento de la producción industrial repercutirá inexorablemente en la evolución del PIB en el tercer trimestre.
La desaceleración de la industria se ha trasladado al empleo. El Departamento de Trabajo informó ayer que las nuevas peticiones de subsidio de desempleo ascendieron la semana pasada a 388.000, 6.000 solicitudes más que la semana anterior. La tasa de cobertura del desempleo, un dato que anticipa la tendencia de la tasa de paro, creció del 2,7% al 2,8%.
Inflación cero
Pese a las evidencias de desaceleración, el Gobierno insiste en que la economía crecerá a un ritmo del 3% en este tercer trimestre, para terminar el año con un crecimiento del 3,5%.
'Si logramos equilibrar la balanza comercial, en el tercer trimestre podemos esperar un crecimiento en el rango del 3%', dijo ayer el secretario del Tesoro, Paul O'Neill. Una condición difícil de cumplir, dado que EE UU viene registrando a lo largo del año niveles récord en su déficit comercial.
Más alarmante aún, aunque O'Neill ofreció el dato como un rasgo positivo de la economía estadounidense, fue su previsión de que la inflación alcanzará ese nivel de crecimiento 'con una inflación cero'. En un escenario de caída constante de las Bolsas, ese nivel de precios resucita el riesgo de deflación, como sucedió en Japón.