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La llevadera resaca de la nueva economía

La fiebre por la nueva economía llegó tarde a España. La mayor parte de los proyectos de inversión apareció en los despachos de las empresas de capital riesgo cuando la burbuja había estallado ya en Silicon Valley o estaba a punto de hacerlo. La explosión inversora fue menor, y la resaca, más llevadera. En 2001 la inversión española en capital riesgo fue de 1.200 millones de euros, prácticamente la misma que en 2000. En Europa los descensos rondaron el año pasado el 34%, según la Asociación Europea de Capital Riesgo. Los datos preliminares del primer semestre indican que, en España, se registrará un moderado descenso sobre el año pasado.

Entre 1998 y 2000 la inversión en capital riesgo se duplicó año tras año. Es una industria muy poco madura en España, y de ahí las altas tasas de crecimiento. 2000 fue el año de Internet, cuando se sucedían ideas innovadoras ligadas a la nueva economía. 'Entre 1999 y 2000 recibíamos proyectos de Internet todas las semanas. Veíamos que había gente que invertía en estos proyectos y realmente nos preguntábamos si no nos estaríamos equivocando al no hacerlo también nosotros. Pero el año pasado se evidenció que todo era un círculo vicioso. Ahora existe mucho menos entusiasmo', comenta Miguel Zurita, socio de Mercapital. La otra gran compañía del sector en España, 3i, asegura que recibió unas 800 solicitudes de inversión, pero sólo terminó entrando en ocho o diez compañías. Al año siguiente los nuevos proyectos de tecnología cayeron en torno al 60%.

La llegada tardía de la fiebre de Internet ayudó a estas empresas a separar mejor el grano de la paja, pues a mediados de 2000 ya se empezó a apreciar la sobrevaloración de todo aquello que tenía que ver con tecnología. Pero, en todo caso, el peso de la nueva economía en la industria de capital riesgo es mucho menor en España que en otros países. No hay, como en Alemania, un Neuer Markt especializado en sacar a Bolsa empresas tecnológicas. Este mercado ha acogido la cotización de unas 300 compañías, mientras en España el Nuevo Mercado se creó cuando ya había estallado la burbuja -nunca superó el nivel de partida- y con empresas ya existentes, que entraron en este segmento de la Bolsa a regañadientes. Ninguna compañía española ha captado financiación a través del Nuevo Mercado.

En Estados Unidos la historia es bien distinta. En el primer trimestre de 2002 la caída de la inversión fue del 24%, hasta llegar a 6.200 millones de dólares, después de dos años consecutivos de descensos. En el primer trimestre de 2000 se captaron 26.000 millones de dólares, ritmo que se prolongó durante los tres primeros trimestres de dicho ejercicio. Aun así, las inversiones en software, biotecnología, redes y telecomunicaciones siguen siendo las que más dinero atraen, aunque los que más crecen son otros sectores.

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