Los dueños de Burger King acuden al rescate de US Airways con 206 millones
David Bonderman no teme a las alturas. El presidente del fondo de inversión estadounidense Texas Pacific, que el mes pasado lideró el consorcio que adquirió Burger King, filial de Diageo, tiene experiencia en el rescate de aerolíneas en quiebra.
En 1992 invirtió 56,65 millones de euros en Continental Airlines, que se había declarado en bancarrota. En dos años consiguió sanear sus cuentas. En 1994 volvió a apostar por otra aerolínea en quiebra, American West. Ahora cinco de sus directivos se sentarán en el consejo de administración de otra compañía aérea, US Airways, que ayer se declaró en suspensión de pagos.
Pero el reto parece mayor esta vez, teniendo en cuenta la crisis que sacude al sector estadounidense, en el que las principales aerolíneas han presentado pérdidas millonarias en el primer semestre del año. Texas Pacific ha comprometido 206 millones de euros en el saneamiento de la aerolínea. A cambio, el fondo de Bonderman controlará el 38% de US Airways cuando ésta levante la suspensión, algo que las dos compañías prevén que ocurra en el primer trimestre de 2003. Las aerolíneas 'han entrado en una espiral descendente desde el pasado 11 de septiembre', afirmó Richard Schifter, socio del fondo de inversión. 'Pero nuestras previsiones son que cuando la economía se recupere, también lo hará la industria', añadió.
Al capital aportado por Texas Pacific hay que sumar el préstamo de 1.030 millones de euros que ha sido provisionalmente aprobado por el Directorio de Estabilización en el Transporte de EE UU. US Airways ha recibido otros 515 millones de euros de financiación de un grupo de bancos, entre ellos el Bank of America y el Credit Suisse.
La aerolínea estadounidense ha sido la más perjudicada por los ataques terroristas del 11 de septiembre. En los cuatro últimos trimestres ha registrado pérdidas de 1.545 millones y su base de operaciones se haya en el Aeropuerto Nacional Reagan, el que más tiempo ha permanecido cerrado.