Alemania vuelve a tener más de cuatro millones de parados
Según la Oficina Federal de Empleo, el paro alcanzó en julio los 4,04 millones de personas, 92.600 desempleados más que en junio y 248.200 más que hace un año, un 9,7% de la población activa. Además, ayer se conoció también que los pedidos a fábrica cayeron un 3,2% en junio, lo que hace prever que las empresas van a tardar aún algún tiempo en volver a crear empleo o, al menos, dejar de destruirlo.
Estos datos son nefastos para las posibilidades electorales del socialdemócrata Gerhard Schröder, que a seis semanas de los comicios está siete puntos por debajo en las encuestas que el candidato conservador, Edmund Stoiber.
El canciller se comprometió durante la pasada campaña electoral a reducir el paro por debajo de 3,5 millones, un reto que ya no podrá lograr y que sus opositores no olvidan.
Tras conocerse las cifras de desempleo, el canciller afirmó, en el tono optimista con que ha iniciado la campaña electoral, que la situación mejorará en breve y dijo que cuenta con 'una revitalización del mercado de trabajo en el último trimestre de este año'.
El SPD, el partido de Schröder, abrió este lunes la lucha por la cancillería pidiendo a los electores una renovación del mandato para asentar las reformas ya iniciadas.
El canciller apeló también a la clase empresarial para cubrir los aproximadamente 1,5 millones de puestos de formación que se calcula están vacantes en las compañías alemanas. 'Ese es también uno de los puntos principales del informe de la comisión Hartz', añadió el político socialdemócrata.
El informe de la comisión Hartz, que cuenta con el apoyo del Gobierno alemán y ha sido liderada por el jefe de personal del fabricante Volkswagen, Peter Hartz, será presentado oficialmente el próximo 16 de agosto, aunque muchos de sus puntos se conocen ya.
El documento propone el recorte y simplificación de los subsidios de desempleo con el fin de reducir los elevados costes para el erario público y fomenta las contrataciones temporales, entre otras medidas.
Por otra parte, Walter Riester, ministro alemán de Trabajo, responsabilizó del aumento del desempleo a los meses de verano. 'Las actuales cifras de paro no son buenas, pero tampoco son ninguna sorpresa', dijo el político, que recordó que julio es un mes tradicionalmente malo para el empleo por las vacaciones y la bajada en los pedidos. Riester señaló también que en julio de 1998, antes de que la coalición gubernamental entre socialdemócratas y verdes llegara al poder, el paro a 4,13 millones de personas en Alemania.
Malestar de las empresas
El aumento del desempleo durante el pasado mes ha provocado críticas entre la clase empresarial alemana. Dieter Hund, presidente de la patronal germana, afirmó ayer que el ejercicio 2002 ha sido 'un año perdido para el empleo' y acusó al Gobierno de haber perdido la posibilidad de acometer verdaderas reformas.
Para lograr un cambio de tendencia hay que acabar con los 'falsos estímulos del sistema', dijo Hund, que reclamó más 'flexibilidad y menos regulación'.
El socialdemócrata Schröder tampoco parece convencer a los agentes de los mercados financieros europeos. La agencia Reuters ha sondeado a inversores, analistas y gestores de fondos europeos, y la mayoría prefiere que el conservador Stoiber gane las elecciones.
Si los conservadores llegan a la cancillería, los operadores y analistas financieros están convencidos de que la economía alemana crecerá a un mayor ritmo, la reforma laboral será más efectiva y las acciones de las compañías alemanas responderán subiendo en la Bolsa.