Otras empresas seguirán a Móviles
La retirada de Telefónica Móviles del negocio del UMTS europeo plantea que las previsiones realizadas sobre el crecimiento de los móviles de tercera generación eran equivocadas. En realidad, todo el mundo hizo previsiones erróneas.
Las cuatro empresas de móviles establecidas en Alemania realizaron un enorme esfuerzo de implantación, con crecimientos medios en los años 2000 y 2001 del 55%, lo que elevó la penetración del 31% en 2000 al 70% a finales de 2001. Esto ha hecho que los niveles de crecimiento del año 2002 estén siendo mínimos, del 1%-2% en el primer semestre del año. Parecida situación está ocurriendo en Italia, Suiza y Austria, los otros países en los que Telefónica Móviles había obtenido licencias UMTS.
La retirada de Telefónica del desarrollo de UMTS será, sin duda, seguido por otras deserciones, siendo probablemente la siguiente la de Mobilcom (de France Télécom), ya que sin crecimiento, las posibilidades de implantación de nuevos operadores son mínimas.
Por otro lado, se ha producido un retraso en la disponibilidad de la tecnología UMTS, tanto en las redes como en los terminales, lo que ha imposibilitado a los nuevos operadores entrar en funcionamiento en los momentos de fuerte crecimiento. Además, cada vez existen más dudas sobre la amplia variedad de servicios que puede proporcionar dicha tecnología, así como sobre las previsiones de que los ingresos por línea se elevarían de 350 a 500 euros. El problema para los nuevos operadores es que la rentabilidad sólo se obtiene a partir de una determinada cuota de mercado, que se estima en un 18%-20%, alcanzable no antes de cuatro años. Esto bajo el supuesto de crecimientos del mercado por encima del 30%-40%, pero si éste se aproxima al nivel de saturación con crecimientos por debajo del 10%, y además está ya ocupado por los operadores establecidos, la posibilidad de posicionarse en un nuevo mercado se hace muy difícil.
Así, los operadores habrán de asumir pérdidas durante seis o siete años, que habría que multiplicar por cada uno de los países en los que tengan licencia. Y estas pérdidas tienen que asumirlas empresas con elevados niveles de endeudamiento, como son Deutsche Telekom, France Télécom o KPN, no siendo éste el caso de Telefónica Móviles.
El elevado endeudamiento de esas empresas ha venido determinado en gran parte por los pagos realizados por la subastas del espectro radioeléctrico, que han supuesto unos 115.000 millones de euros, a los que habría que añadir como mínimo otro tanto, para realizar el despliegue de las infraestructuras UMTS.
La política adoptada por Telefónica de paralizar y desmontar el despliegue de móviles en Europa, especialmente en Alemania, refleja lo difícil que resulta, cuando se entra como nuevo operador, captar cuotas de mercado significativas y rentabilizar las inversiones en un mercado con seis operadoras, en el que las dos primeras, Deutsche Telekom y Vodafone, controlan más del 78%. También demuestra que ni el mayor mercado europeo, el alemán, puede asumir más de tres o cuatro operadoras.
Estas empresas se han visto obligadas, debido a la decisión de Telefónica de retirarse, a contabilizar a los precios actuales los valores de lo pagado en las subastas, y no mantenerlos en sus balances a los precios, mucho más elevados, del año 2000, lo que va a obligar también al resto de operadoras de móviles a contabilizar estas diferencias.
Telefónica Móviles se vio obligada, como el resto de grandes operadoras, a participar en las subastas, aunque fue la que menos invirtió. La persona que ha dirigido la empresa los últimos ocho años ha sido Luis Lada, uno de los profesionales del sector que ha tenido la visión más clara sobre su evolución. Ahora, cuando nuevas responsabilidades de más alta categoría le sustraen de continuar dirigiendo esta empresa, hay que recordar que, cuando comenzó a dirigirla en el año 1994, tenía menos de 300.000 suscriptores y crecimientos anuales inferiores a los 80.000 nuevos clientes. æpermil;l supo transformar la empresa, que no contaba nada a nivel mundial, hasta situarla entre las 10 primeras del mundo, con más de 32 millones de móviles y una de las de más altas rentabilidades.