El Ibex sube un 0,65%, pero acumula el cuarto descenso semanal consecutivo
Nueva sesión de incertidumbre y de alta volatilidad en el mercado madrileño, surcada por intermitentes cambios de tendencia a lo largo del día. Lógica, por el miedo de los inversores a quedarse expuestos durante las vacaciones y la tentación de no perderse un rebote por precios bajos.
Al cierre, el Ibex respiró con una subida del 0,65%, colocándose en los 6.114,10 puntos, por el optimismo de grandes valores como SCH, Telefónica o Endesa, que pudieron contra la subida del paro en España en julio, el mal dato de desempleo en EEUU en junio o las bajas de Wall Street.
Los valores de 'primera fila' pueden más
Telefónica ha dejado de ser desde ayer el norte de tendencia y, hoy, con el Santander y Endesa evitó que el Ibex se sumergiera en nuevos mínimos anuales. Los blue chips consiguieron imponerse al pesimismo, pero hubo ratos en que los valores medios ganaron el pulso con las ventas y arrastraron a la zona de pérdidas al índice. Las expectativas de que las negociaciones entre Brasil y el FMI sean fructíferas han dado oxígeno a Santander y Telefónica, que esperan al levantamiento del festivo bancario del lunes, tras cuatro días de cierre. Endesa avanzó un sólido 4,2%, mientras que Repsol subió un 0,6%.
Telefónica, a la que Moody's ha situado hoy bajo vigilancia con implicación negativa por el riesgo que corre en Brasil, ganó hoy un 1,7%. Le siguieron TPI (+0,8%) y Terra (+0,2%), que moderaron las alzas en torno al 2% al cierre. Móviles, sin embargo, no salió del territorio negativo en toda la jornada y cayó un 1,6%.
Los bancos, por su parte, han asimilado los malos resultados que arroja el sector (Société Générale anunciaba hoy un descenso del 41% en su beneficio), y de los malos informes que han empezado a publicar las casas de análisis. BBVA ganó un 0,4%, tras encabezar ayer los descensos de la cesta de 35 valores con una caída del 6,74%. Santander mostró muy buen tono durante la sesión y avanzó un cómodo 2,8%.
Hoy, los analistas se han encontrado con un nuevo capítulo del culebrón de los artificios contables de las empresas estadounidenses (le ha tocado el turno a AOL) y con un débil crecimiento en julio del empleo en EEUU, por debajo de las previsiones. Los pedidos industriales de Estados Unidos se redujeron un 2,4% en junio respecto de mayo, la mayor caída desde noviembre de 2001. Estos últimos datos económicos no han iluminado las sombras de la ralentización económica que proyectó el miércoles el dato del PIB y no dan tregua a los mercados neoyorquinos.
Día plano y dispar en Europa
La Bolsa de Londres lideró las exiguas ganancias con una subida del FTSE-100 del 0,77%, que lo situó en 4.075,5 puntos. La bolsa parisina ganó un 0,14%, con el
CAC-40 a 3.245,37 puntos, mientras Francfort a dos horas del cierre- caía un fuerte
2,47%, y el DAX adelgazaba hasta los 3.517,42 puntos.