La ruleta se pone en marcha
Apenas ha existido paréntesis, tiempo para reflexionar, dada la velocidad con que se desarrollan los acontecimientos y la posibilidad de operar en los mercados del mundo de manera ininterrumpida. Ha sido, en cualquier caso, un cambio rápido de estrategias mensuales. Julio ha dado paso a agosto sin descanso.
La ruleta, por tanto, ha estado paralizada muy poco tiempo. Ayer volvió a ponerse en marcha. Los participantes en el mercado se agolparon sobre la misma desde el primer instante de la jornada a la llamada de ¡hagan juego! que es el símil de moda.
Las quinielas, apuestas y estrategias se confundían ayer, aunque todas llevaban el sello de la esperanza en un agosto mejor que los dos meses anteriores. Junio, ya se sabe, fue el peor mes de la historia del Ibex, y julio, el segundo más catastrófico del año y el peor julio de los últimos 10 años.
Apuntes estadísticos como los reflejados refrendan la tesis de que las Bolsas siguen con clara tendencia a la baja por mucho que determinados predicadores insistan en que los mercados están en una posición caracterizada por movimientos laterales. Lo mismo dijeron 3.000 puntos de Ibex atrás.
Hay en los primeros compases de agosto escenas idénticas a las vistas en los comienzos de julio. Hace un mes se dijo que los mercados estaban preparados para reaccionar tras los varapalos anteriores. Ahora se cuenta lo mismo en los cenáculos de moda y en los informes de estrategia de firmas relevantes.
A la cabeza de la manifestación se han puesto, como siempre, los grandes bancos de inversión estadounidenses, con recomendaciones de compra de acciones, desprecio a la liquidez e infraponderación de posiciones en renta fija.
El sentido común dicta, sin embargo, actuaciones de gran prudencia y amarre de liquidez. Los bancos de inversión no tiran piedras contra su tejado.