La banca minorista en España mejora el resultado un 17,7%
El director general del área financiera del grupo, Francisco Gómez Roldán, se afanó ayer por aislar de las cifras globales el comportamiento del negocio y los resultados en España e hizo hincapié en 'la clara mejora de la banca minorista, la aceleración de la actividad y de los ingresos domésticos'.
Gómez Roldán aseguró que 'se está trabajando obsesivamente en mejorar la capacidad comercial de la red y en aumentar los ingresos' y que el segundo trimestre del año cuenta con el impulso añadido del final del proceso de integración de la red, que en el segundo semestre de 2001 fue todavía una rémora.
Así, destacó 'el buen comportamiento del negocio típico bancario' y aseguró que tanto las cifras del margen de explotación como de los beneficios se encuentran en niveles en torno a un 20% por encima de la media de los últimos trimestres, pese a un entorno económico menos favorable que el de 2001.
El concreto, la red del Santander Central Hispano, sin contar Banesto, ganó el primer semestre del año 415 millones de euros, un 17,7% más que en el mismo periodo del año anterior, con un aumento del 14,1% en el margen de explotación, tasas en ambos casos superiores a las del primer trimestre. Pese a la defensa de los diferenciales con los clientes, el margen de intermediación empeoró considerablemente respecto al trimestre anterior, sobre todo por la caída de los dividendos. Así, el aumento se limitó a un 2,5%, frente al 5,11% hasta marzo.
Esta desaceleración se compensó en los siguientes capítulos de la cuenta de resultados, con el efecto combinado de la recuperación de los ingresos por comisiones (un 18% más que el trimestre anterior) y una reducción de los gastos del 3,6% que se logra, sobre todo, a costa de la plantilla y de la red de oficinas.
Con esta evolución, el ratio de eficiencia se situó en el 49,8%, 3,5 puntos porcentajes mejor que en junio del año pasado.
La mejora del beneficio en España se vio acompañada de crecimientos moderados, pero sostenidos, del negocio. La inversión crediticia subió en torno al 6%, con un comportamiento muy dispar entre los créditos destinados a particulares, que crecieron, y los de empresas e instituciones. Los créditos hipotecarios fueron el motor principal, con un aumento del 16%.
Los depósitos arrojan un aumento del 7,2% en saldos medios y se gana cuota de mercado en productos como fondos de inversión.