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EE UU

El Congreso pacta la ampliación de la autoridad comercial para Bush El consumidor pierde confianza en la economía

El presidente de EE UU, George Bush, consiguió ayer una importante victoria al acordar la Cámara de Representantes y el Senado concederle la Autoridad para la Promoción Comercial (TPA, en sus siglas en inglés). La nueva ley, que aún debe ser votada en ambas Cámaras, dará manos libres a Bush para negociar los acuerdos comerciales, que el Congreso no podrá enmendar, sino aprobar o anular en su integridad.

Tras 24 horas de arduas negociaciones el presidente de Finanzas del Senado, el demócrata Max Baucus, y el presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, el republicano Bill Thomas, anunciaron la noche del jueves (hora estadounidense) haber llegado a un acuerdo sobre la Ley Comercial.

'æpermil;sta es la legislación comercial más histórica que el Congreso ha hecho nunca', manifestó Baucus. El TPA, que anteriormente fue conocido como fast track (vía rápida), es clave para la ambiciosa agenda comercial de Bush y podría impulsar su proyecto de crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en 2005. El presidente llevaba meses presionando para conseguir el TPA, que también considera necesario para completar las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde se debate la ronda de Doha.

En todo caso, aún debe ser votado por las dos Cámaras y algunos diputados demócratas ya mostraron su oposición. Ayer era el último día de trabajo en la Cámara de Representantes, mientras que el Senado aún funcionará la próxima semana.

El acuerdo alcanzado recoge propuestas de las dos Cámaras del Congreso. De la propuesta del Senado, aprobada en mayo, se ha pactado destinar hasta 12.000 millones de dólares en los próximos 10 años para ofrecer cursos de reciclaje y servicios médicos a los trabajadores afectados por la apertura comercial. También se incluye la propuesta de exigir protección de los trabajadores y del medio ambiente en los acuerdos comerciales.

Del proyecto de la Cámara de Representantes, aprobada con un solo voto de diferencia en diciembre, se incluye la extensión del acuerdo, ya caducado, con los países andinos (Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú), lo que reduce las tasas a sus productos, en un intento de impulsar el comercio legítimo frente al narcotráfico.

Desde 1994 el TPA estaba sin efecto. El Congreso lo derogó después de que Bill Clinton apoyara el Nafta (Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte), lo que provocó fuertes críticas por parte de los sindicatos, los ecologistas y otros demócratas.

La confianza de los consumidores cayó en julio en Estados Unidos al nivel más bajo desde noviembre del año pasado. El índice de la Universidad de Michigan, que publicó ayer el dato final, retrocedió hasta 88,1 puntos, desde el nivel de 92,4 de junio. Aun así, la caída fue mejor de lo que habían previsto los analistas, después de las recientes caídas bursátiles provocadas por una falta de confianza en la economía.

Los expertos habían previsto que el índice se mantuviera en los 86,5 puntos, nivel en el que se encontraba a mediados de mes. A pesar de la crisis de los mercados, la confianza repuntó en la última mitad de julio.

La confianza de los consumidores es un dato seguido muy de cerca por los analistas, pues es una clave de cómo será el consumo interno, responsable de dos terceras partes del PIB. No obstante, hasta la fecha, el consumo se ha mantenido fuerte pese a la caída del sentimiento del consumidor.

El índice de las condiciones actuales, que muestra la opinión de los consumidores sobre la situación actual de la economía, apenas varió en julio. Este índice se fijó en el nivel 99,3, frente al 99,5 de junio.

El índice de Michigan se realiza con los resultados de las entrevistas realizadas a 500 personas.

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