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Convulsión empresarial

La Caixa y el BBVA dotan más de 400 millones extra por la operadora

Los dos principales accionistas de Telefónica, el BBVA y La Caixa, han sufrido en este semestre la resaca de las pérdidas registradas por la operadora hasta junio, como consecuencia de su elevado saneamiento extraordinario.

La caja que preside Josep Vilarasau ha sido la más afectada, ya que ha decidido provisionar de una sola vez, en el primer semestre, el impacto de estas pérdidas. La Caixa ha realizado una dotación extraordinaria de 221 millones de euros, cifra que se corresponde con el 3,6% que controla en el capital de la operadora. Esta provisión, que ha provocado una merma de sus beneficios semestrales de casi la mitad (ha ganado 245 millones, con una caída del 47,4%), tiene su explicación en la parte que le corresponde de los saneamientos extraordinarios de activos realizados por Telefónica.

En el caso del BBVA, que controla el 5,58% de Telefónica, aunque sólo el 5,08% corresponde a la participación que considera permanente, el impacto en el semestre será menor, aunque en la totalidad del ejercicio el efecto será ligeramente inferior al de La Caixa, a pesar de que su participación es superior. El banco sólo consolida por puesta en equivalencia el 3,7% de Telefónica, porcentaje por el que debe realizar su provisión y que puede ascender a unos 200 millones.

La diferencia, el 1,38%, entre este 3,7% y el 5,08% -participación estratégica-, está cubierta, por lo que se considera exenta de riesgos, razón por la que no debe realizar dotaciones. El BBVA, no obstante, optará, según fuentes del mercado, a periodificar esta dotación entre el primer y segundo semestre para amortiguar el impacto en un solo periodo.

Por ello, en la cuenta de resultados que presentará el miércoles sólo se contabilizarán una dotación por Telefónica de unos 90 millones de euros. Los analistas prevén un crecimiento del beneficio del BBVA en el semestre prácticamente nulo.

Un ajuste que se baraja desde mayo

 

 

La decisión adoptada el miércoles por el consejo de administración de Telefónica de hacer un saneamiento por valor de 6.552,4 (1,09 billones de pesetas) millones de euros fue una medida sumamente meditada en Gran Vía, 28.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El presidente del grupo formó un selecto equipo, constituido por dos decenas de personas, que analizaron los pros y los contras de una decisión que suponía colocar a la primera empresa española con unas pérdidas de 5.574,2 millones de euros (927.000 millones de pesetas), con el impacto que eso tiene en la cuenta de resultados de sus principales socios.

 

 

 

 

 

 

 

El metódico análisis de las consecuencias del saneamiento ya estuvo en discusión en el seno de la compañía el pasado mes de mayo. El centro del debate era si anunciar el ajuste tal y como se ha hecho, es decir, antes de las vacaciones estivales e incluirlo en las cuentas del primer semestre o retrasarlo hasta septiembre.

 

 

 

 

 

 

 

Finalmente se consideró más oportuno hacerlo cuanto antes, sobre todo, según las fuentes consultadas, porque era más fácilmente absorbible por las cuentas tanto del BBVA como de La Caixa. Dichas fuentes señalan que otra de las razones de poner en marcha cuanto antes el ajuste era la imperiosa necesidad de lanzar al mercado un mensaje lo suficientemente contundente como para reactivar cuanto antes el valor de los títulos, que desde el inicio del año y hasta el pasado miércoles llevaba un descenso de más del 40%.

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