La crisis del sector no impide un aumento de las tarifas del 3,5%
La crisis que está empezando a sufrir el sector turístico se está trasladando ahora a los precios. Después de meses consecutivos de incrementos que han llegado a ser de hasta dos dígitos, ahora la tendencia es de fuerte desaceleración, aunque aún se mantienen crecimientos positivos.
Así, según los últimos datos del índice de precios hoteleros, que hizo público ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), las tarifas de estos establecimientos subieron en junio dos puntos en el conjunto de España respecto a mayo y se incrementaron un 3,5% en relación a junio de 2001. Hace tan sólo un año los precios hoteleros crecían a un ritmo del 8,1%, muy por encima del aumento del producto interior bruto (PIB).
La evolución no ha sido homogénea en todo el territorio nacional. Los precios hoteleros bajaron en junio respecto a mayo en Canarias, La Rioja y Castilla-La Mancha, especialmente en el archipiélago, con un descenso del 1,7%, y subieron en el resto, más en Baleares, donde se incrementaron un 8,7%. Además del descenso de Canarias, los precios hoteleros bajaron en La Rioja un 1,4%, y en Castilla-La Mancha (-1,2%). Por el contrario, las tarifas de los hoteles subieron, aparte de Baleares, en Navarra, un 4,2%; Cantabria, un 3%; y Asturias, un 2,7%.
En comparación con junio de 2001, los precios hoteleros sólo bajaron en la Comunidad Valenciana y Ceuta, con descensos del 1,3% y 4,7%, respectivamente, y se mantuvieron estables en Cantabria.
Las comunidades con mayores incrementos de precios respecto al año anterior fueron Extremadura, con una subida del 7,7%; seguida de Aragón y Murcia (7,6% en ambas); La Rioja, con 7,3%, y Madrid, con un 6,8%. Las tensiones inflacionistas en el sector hotelero, generadas en los últimos meses, se han granjeado las críticas del Gobierno, que ha advertido en varias ocasiones a la patronal del efecto de la continua subida de las tarifas, en un sector muy abierto a la competencia con destinos alternativos en otras zonas geográficas de Europa y el mar Mediterráneo, como Túnez, Turquía y la República Checa.
Los propios hoteleros han llegado a desconfiar del método de cálculo utilizado por el INE para medir los precios en el sector.