Worldcom inicia su reorganización con la ayuda de un crédito de 1.980 millones
Tras el escándalo por ocultar pérdidas de 3.850 millones de dólares y la mayor suspensión de pagos de la historia, la multinacional de las telecomunicaciones Worldcom inició ayer su reorganización. Y lo hizo después de que el juez que supervisa la bancarrota de la compañía diera el visto bueno a un crédito concedido por un consorcio de prestamistas valorado en 1.980 millones de euros (2.000 millones de dólares).
Este apoyo financiero ayudará a mantener en funcionamiento la red de telecomunicaciones de Worldcom y a pagar a los empleados que continúan trabajando. A juicio de John Sidgmore, presidente de la multinacional, 'esta reorganización no va a ser una liquidación, y nuestro plan mantendrá intacta la compañía'. No obstante, a medio plazo sí que se plantea la venta de algunos activos, como el de telefonía móvil. El fin es saldar una deuda que asciende a 29.700 millones de euros.
El juez, además, aprobó ayer una solicitud del Departamento de Justicia para designar un fiscal independiente que investigue las irregularidades contables de la empresa. El secretario de Justicia, John Ashcroft, afirmó que 'el investigador independiente traerá transparencia al proceso y fomentará la confianza del público en el caso'. No opina lo mismo el abogado de los acreedores de Worldcom, Daniel Golden, que considera que 'la designación de este fiscal complicará más la situación'.
El Departamento de Justicia ya inició una investigación penal de Worldcom, cuyos ejecutivos han sido acusados de realizar el fraude contable, es decir, contabilizar como inversión lo que en las normas contables se considera gasto.
El escándalo de Worldcom es 'un ejemplo más de corporaciones que llevan a cabo maniobras fraudulentas y plantean la necesidad de una intervención del Congreso', según el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
El banco alemán Deutsche Bank señaló ayer que su exposición en créditos a la operadora no supera los 238 millones de euros.