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Bruselas

La CE reconoce que el euro no ha unificado precios de coches entre países

La entrada del euro no ha conseguido armonizar los diferentes precios de automóviles nuevos existentes en Europa, según se desprende del último informe elaborado por la Comisión Europea. æpermil;ste recoge, además, que la distancia de tarifas entre países sigue siendo considerable y que no se ha producido ninguna convergencia como en un principio se suponía.

De momento, España, Grecia y Dinamarca (país que no está en la UE) siguen siendo los mercados en que los precios de coches, antes de impuestos, son más bajos, mientras que, por el contrario, en Alemania y Austria son los más elevados.

En Alemania, se venden un total de 41 modelos y 36 de éstos son entre un 20% y un 42% más caros que en otro país de la zona euro. Las diferencias en Austria con respecto a otros países pueden situarse en torno al 20% en 23 modelos de automóviles.

La diferencia de precios en un coche de gama media como el Fiat Marea puede llegar hasta 4.600 euros entre los países de la zona euro y de 6.000 euros entre los de la Unión Europea en su conjunto.

La mayor distancia se da en la compra de un Fiat Seicento. En la costa británica este automóvil puede costar 7.975 euros, un 63% más que en España, donde su precio es de 4.893 euros.

Según la Comisión Europea, las compañías que marcan más diferencias en el precio son General Motors, que fabrica Opel y Saab; el grupo Fiat, que comercializa las marcas Lancia y Alfa Romeo, y los fabricantes japoneses Honda y Suzuki.

Por el contrario, BMW, DaimlerChrysler y Ford, que fabrica Ford, Volvo y Land Rover, limitan las diferencias de precios entre los países en un 15% o menos.

La Comisión Europea señala que 'estas cifras nos dan una idea de lo que pueden ahorrarse los consumidores que compran un coche en otro Estado miembro aprovechando las diferencias de precios existentes'. El informe recoge, además, que 'las nuevas normas que regulan la distribución de los automóviles facilitan tales compras, tanto si las realizan directamente los consumidores como si recurren a un intermediario'. Sin embargo, algunas firmas automovilísticas han puesto trabas a estos compradores en algunas ocasiones. Desde 1998, la Comisión ha multado a Volkswagen, Opel y Mercedes por obstaculizar el comercio entre Estados miembros o fijar los precios de reventa. En este sentido, el comisario de Competencia, Mario Monti, ha confirmado 'su compromiso de investigar los acuerdos y prácticas restrictivas de los fabricantes de automóviles que impidan directa o indirectamente a los ciudadanos de la Unión Europea adquirir un coche en otro país'.

Los británicos son los europeos que más intentan recurrir a otros Estados para adquirir vehículos a mejor precio. Esta circunstancia se debe a que viven en el mercado más caro para la mitad de los modelos de automóviles.

La Comisión recibe frecuentes denuncias de estos consumidores que en muchas ocasiones tienen dificultades para comprar un coche fuera. Normalmente estos problemas están relacionados con los largos plazos de entrega y los elevados suplementos exigidos por llevar el volante a la derecha.

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