El desafío de Muirfield
Si el número uno gana mañana el British, sólo le quedará el US PGA para entrar en la historia
Tiger Woods está a medio camino de lograr el Grand Slam. Mañana, cuando finalice en Muirfield el tercer grande de la temporada, sabremos si el deportista mejor pagado del mundo es capaz de provocar la mayor sensación jamás vivida en el golf mundial. Tras sus victorias en el Masters y el US Open, Tiger quiere lograr aquello que Jack Nicklaus y Arnold Palmer no pudieron: vencer en Muirfield después de salir victorioso de los dos primeros retos de la temporada. Si el vencedor del Masters es capaz mañana de alzar la segunda jarra de plata, sólo le quedará un peldaño, el del US PGA, que comenzará el 15 de agosto en Hazeltine, cerca de Minneapolis (EE UU), para asaltar un hecho sin precedentes, ganar los cuatro grandes la misma temporada.
Quien más se acercó fue Ben Hogan en 1953, cuando ganó los tres grandes (Masters, US Open y British) aunque después no llegó a disputar el US PGA por un conflicto de fechas con el torneo británico. En la tentativa quedaron Jack Nicklaus en 1972 y Arnold Palmer en 1960, que acabaron el British segundos, a un golpe del ganador.
El californiano ya posee un récord, su propio Grand Slam, cuando entre 2000 y 2001 demostró su superioridad al ganar los cuatro majors consecutivamente. Un logro que los puristas se niegan a reconocer, ya que exigen que sean el mismo año. Tiger piensa que la historia brinda pocas oportunidades como la presente, ¿quién sabe cuándo estará en disposición de intentarlo de nuevo? Ganar el Masters y el US Open sólo sucede una vez en la vida, aunque él sea capaz de acabar con todo lo que se ha escrito.
Trabaja para lograr sus objetivos. Es el jugador que menos torneos ha disputado esta temporada y el que más dinero ha ganado. Cuando terminaron las obras de Augusta, con la remodelación de sus hoyos, Tiger fue a jugarlo para conocerlo a fondo. En el US Open en Bethpage Black, cuando estaban a punto de cerrarlo al público para mimar su recorrido, acudió para entrenar junto a su hermano mayor Mark O'Meara. El resultado: dos victorias y 4,5 millones de dólares en premios en sólo 13 torneos.
Los propietarios de Muirfield no se lo han puesto fácil. Los socios de la Muy Honorable Compañía de Golfistas de Edimburgo defienden la tradición de su campo. Saben que mañana habrá un vencedor, pero desean que no sea Tiger, para ellos sería la mejor forma de frenar al héroe moderno que cae en un link centenario.
Desde el lunes le persiguen. Este club, con una puerta infranqueable para los que no son miembros de la sociedad, tiene fama de ser el menos hospitalario de las islas. El acceso a mujeres y niños está prohibido. Si logra jugar en Muirfield puede estar satisfecho, aunque sólo conocerá el campo... y la Casa Club la verá por fuera.
Tiger lo sufrió el pasado lunes cuando a las 6.30 h. de la mañana quiso ir a la zona de prácticas antes de jugar su vuelta de entrenamiento y no le dejaron pasar. '¡Claro que sabíamos quién era!', dijo uno de los responsables de seguridad, 'pero no llevaba el distintivo que acredita a los jugadores'. El actual número uno ha ganado ocho grandes y el Oso Dorado suma 18 entre 1962 y 1986. A Tiger le queda mucho tiempo y lo que le motiva es batir récords.