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'Caso BBV'

BBVA destapa otra estructura financiera en Jersey

A raíz del informe de inspección del Banco de España de 11 de marzo de 2002 en relación con las cuentas no contabilizadas por BBV, BBVA inició una revisión de sus operaciones por cuenta propia en Jersey, con el objetivo de verificar que las mismas se ajustaban en la actualidad a la regulación vigente.

Los resultados de este trabajo, ya concluido, han sido remitidos al Juez Baltasar Garzón, conforme al procedimiento establecido en el expediente judicial en curso.

La principal conclusión de este trabajo es que no ha existido, al menos en un periodo temporal reciente, ninguna situación irregular de trascendencia económica relevante y que, según el informe emitido, "actualmente no existe ninguna sociedad administrada por Canal Trust Company que, siendo propiedad final de BBVA, mantenga activos o pasivos no integrados en la contabilidad consolidada del grupo".

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En todo caso, se ha conocido la existencia de una estructura societaria no consolidada, prácticamente inactiva desde 1995 y que tuvo su origen en 1979. Con carácter general, los fondos dispuestos por esta estructura fueron revertidos al patrimonio del grupo al incorporarse progresivamente a sus estados financieros.

No obstante, el informe reconoce que, teniendo en cuenta que el origen de esta estructura es de hace casi 23 años, y que el periodo en que tuvo lugar la mayor parte de sus transacciones transcurrió hace ya mas de 10 años, la información disponible es, en algunos casos, limitada.

BLAYE INVESTMENTS Y CATYA INVESTMENTS.

Las sociedades que participaron en esta actividad fueron Blaye Investments y Catya Investments. La primera es una sociedad propiedad del trust T-2, constituida en 1979, con una aportación inicial de 39,6 milones de dólares, cuyo origen no ha podido ser determinado.

Entre los años 1980 y 1992, Blaye Investments realizó transferencias, en concepto de comisiones, a otras sociedades del grupo que absorbieron la mayor parte del capital y de los intereses generados. En los años 1986-1988 se transfirieron 1,9 millones de dólares a la cuenta de Alico en Chase NY, cuya finalidad no ha podido determinarse con la información analizada.

Por su parte, Catya Investments, sociedad propiedad sucesivamente del trust T-37 y T-260, fue constituida en 1986 con una aportación inicial de Blaye. En ese mismo año compró un inmueble en Roma por 3,5 millones de dólares, que se alquiló parcialmente como oficina de la sucursal del Banco.

En 1993 se vendió el inmueble y el resultado de la venta se integró al grupo para la cobertura de operaciones fallidas o como pago de comisiones a otras sociedades consolidadas. A partir de 1995 la única sociedad que permaneció activa fue Catya, con una actividad residual limitada a recibir las devoluciones de los impuestos pagados a la Hacienda pública italiana por la venta del inmueble, que finalmente se integraron en el patrimonio del grupo. La sociedad Catya forma parte de los estados financieros del grupo consolidado a 30 de junio de 2002.

Existieron también otros trusts de escasa relevancia. Los trust T-14 y T-24 con actividad en los años ochenta y que su operativa (62.000 libras esterlinas) se dedicó a pagar un complemento de pensión a un jubilado del banco, anterior responsable de una sucursal en el exterior. También está el trust T-3, que entre los años 1980 y 1982 fue tenedor de unas acciones de una sociedad filial valoradas en 200 millones de dólares.

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