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Estado de la nación

El Gobierno y el PSOE pactan garantizar la legalidad institucional en el País Vasco

Las dos únicas iniciativas de relieve en las que coincidieron ayer el Gobierno y el PSOE en el cierre del debate sobre el estado de la nación están relacionadas con el País Vasco y Marruecos. En el primer caso, las dos partes se comprometieron a adoptar 'las medidas que resulten necesarias' para garantizar la legalidad constitucional en Euskadi, así como para impulsar 'todas las acciones' dirigidas al mejor cumplimiento y desarrollo del Estatuto vasco, a través del diálogo y 'en el marco institucional'.

De esta forma, el PP y el primer partido de la oposición se comprometen a hacer frente en común a la ofensiva desatada por el Ejecutivo de Vitoria tras aprobar en el Parlamento autónomo un dictamen en el que apuesta por el derecho de autodeterminación y emplaza al Gobierno central a completar en dos meses el Estatuto de Gernika.

En contestación a la diputada de Eusko Alkartasuna Begoña Lasagabaster, el presidente del Gobierno, José María Aznar, recuperó algunos de los argumentos esgrimidos el lunes sobre el conflicto vasco y subrayó que no puede coincidir con algunos partidos, en referencia al PNV y el propio EA, que prefieren que los cómplices de los terroristas 'anden sueltos por la calle'.

Aznar rechazó el 'victimismo' de los nacionalistas vascos y defendió el desarrollo autonómico impulsado por el Gobierno, pues considera que ha permitido alcanzar el mayor nivel de autogobierno de la historia de España, lejos de la involución de la que le acusaron los diputados del Grupo Mixto.

La otra resolución pactada por el Gobierno y el PSOE, a la que se adhirieron todas las fuerzas políticas salvo ERC y EA, incorpora una condena a la ocupación por parte de Marruecos del islote Perejil.

El presidente del Gobierno se despidió ayer del curso político sin poder recuperar la confianza de CiU, socio fiel al PP desde 1996. Pese a que el Grupo Popular respaldó una docena de propuestas de resolución defendidas por los nacionalistas catalanes, el portavoz de éstos en el Congreso, Xavier Trias, expresó su desconfianza hacia el presidente del Gobierno. 'No me creo la oferta de colaboración de Aznar', afirmó, después de dar como ganador del debate al líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. 'Ha dado una respuesta a Aznar potente y bien planteada', comentó Trias del secretario general del PSOE.

Los olvidos del presidente

El propio Zapatero reconoció ayer en conversación con un grupo de periodistas que uno de los principales errores cometidos por Aznar en el debate fue presentarse con un nuevo Gobierno, expresión evidente de su 'fracaso'. Además consideró que el presidente todavía carga con una huelga a sus espaldas y olvidó en su discurso a colectivos como los jóvenes y políticas como la de vivienda.

Las 39 resoluciones aprobadas ayer tarde en el Congreso, promovidas en su casi totalidad por el PP, no comprometen ni en sus objetivos ni en el calendario al Gobierno. En su mayoría afectan a la necesidad de impulsar las políticas sociales a través de la mejora de las pensiones más bajas, la elaboración de una ley de familias numerosas y el establecimiento de incentivos a las políticas de alquiler. También recuerdan los planes del Gobierno para mejorar la situación de los trabajadores autónomos e insistir en la reducción de los costes laborales mediante nuevas bonificaciones sociales para los colectivos que más sufren el paro.

El PSOE presentó dos centenares de iniciativas que abarcan desde la exigencia de crear la Oficina Presupuestaria en el Congreso prometida por el PP en 1996 hasta la recomposición del diálogo social mediante una reunión urgente entre el presidente del Gobierno y los sindicatos.

Los socialistas también exigen al Gobierno el cumplimiento de las previsiones presupuestarias acordadas en el Pacto para la Reforma de la Justicia y el envío al Congreso de una ley general audiovisual y un nuevo estatuto de RTVE.

El PSOE defendió sin éxito un bloque de medidas destinado a proteger a los pequeños accionistas y a aumentar los niveles de transparencia y seguridad en el funcionamiento de las empresas que cotizan en Bolsa. Los socialistas son contrarios al mantenimiento de las stock options como forma de retribución variable.

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