La Bolsa de Estados Unidos sufre la mayor pérdida del año
La caída de Wall Street ayer dio la razón a los más agoreros. Qwest se sumó a la lista de tramposos y tiró por tierra los tímidos intentos por recuperar la confianza del mercado. El Dow Jones perdió un 3,11%, el mayor descenso desde los atentados contra EE UU.
En medio de este clima de desconfianza, las Bolsas han alcanzado una volatilidad extrema. De acuerdo con las estadísticas, el incremento de las volatilidades suele ser el preludio de un cambio de tendencia en los mercados. En las últimas semanas la volatilidad del índice S&P 500 se ha situado a niveles muy similares a los que marcaba en marzo de 2000, cuando los valores tecnológicos registraron sus máximos históricos.
En Europa, los bandazos de los índices son todavía más acentuados. Según destacaban los expertos de Credit Suisse First Boston en un informe publicado el jueves pasado, la volatilidad del Euro Stoxx 50 en el último mes supera en 10 puntos al S&P 500. En la última semana los vaivenes han continuado. Falta por ver, apuntaban estos expertos, si los índices se encuentran ya cerca de la capitulación o si las volatilidades pueden seguir creciendo y llegar hasta los niveles de otras crisis agudas para ver un cambio de tendencia.
Visto lo que ha sucedido desde el jueves pasado, con el fuerte rebote del viernes y la vuelta atrás de esta semana, parece cumplirse la segunda teoría expuesta por Credit Suisse. Ayer fue una jornada especialmente movida en las Bolsas mundiales, con oscilaciones entre máximos y mínimos del 2,3% en Madrid, 2,53% en París, 3% en Francfort y del 2,8% en Londres. En el Dow, las diferencias entre la cotización máxima y mínima de la jornada también superaron el 3%
Además, el zigzag de ayer en las Bolsas europeas no llevó parejo ninguna subida. Todas las plazas europeas terminaron a la baja. Madrid fue la que menos cayó, aunque antes de la apertura de Wall Street llegó a rozar las ganancias. Las plazas más castigadas fueron París (-4,26%) y Amsterdam, esta última afectada por los retrocesos de Unilever y Royal Dutch tras su expulsión del S&P 500.
El sector construcción abanderó las caídas en la Bolsa española. Ferrovial, con un retroceso del 5,18%, fue la más castigada, seguida de ACS (-3,6%) y Dragados (-2,66%).
Otros blue chips acompañaron la tendencia bajista. SCH (-3,93%), BBVA (-2,52%), Endesa (-3,13%) y Telefónica (-0,69%) pusieron la puntilla al Ibex. No obstante, el peor valor de la sesión fue Sogecable, que afectado por los problemas de Vivendi retrocedió un 5,32%. Prisa (+1,69%), Altadis (+1,49%) y Repsol (+0,73%) fueron los únicos que cerraron al alza.