Los impagos y la mala gestión llevan Mercasevilla al borde de la quiebra
El mercado central de la capital andaluza está al borde de la ruina. A la altura del próximo agosto, la empresa pública controlada por el Ayuntamiento de Sevilla (51%) y la empresa pública nacional Mercasa (48%) ya no podrán pagar la nómina de sus trabajadores al presentar un déficit de tesorería de unos 300.000 euros.
Así lo admiten el ayuntamiento, que se ocupa de la gestión de la empresa, y el presidente del comité, Rafael Domínguez, quien exige una ampliación de capital y un plan de viabilidad.
Domínguez estima que la ampliación, a la que se han negado tanto el ayuntamiento como Mercasa, debería ascender a cuatro millones de euros, que es el déficit de caja con el que se cerrará el presente ejercicio. En los últimos años, la empresa sólo registró beneficios en 1998 y 1999, pero fue porque vendió a El Corte Inglés una parte de sus instalaciones por 4,2 millones de euros.
El Ayuntamiento de Sevilla ha propuesto que se contrate una póliza de crédito, pero Mercasa se negó a ello y sólo admite como solución el cobro de las deudas que los mayoristas de frutas y hortalizas tienen con Mercasevilla. El Gobierno de la ciudad, presidida por el alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, negocia en estos momentos esta salida.
El sector de frutas y hortalizas, que además controla el 1% del capital, decidió en 1999 dejar de abonar sus cuotas alegando que están entre las más caras de España. La factura asciende a 2,6 millones de euros, pero el caso está en los tribunales.
Irregularidades contables
Los impagados, como relata el presidente del comité, es uno de los grandes lastres financieros de Mercasevilla. Los trabajadores han venido denunciando irregularidades contables que se han saldado con la salida de la empresa del gerente y el director financiero. Según Domínguez, desde 1992 la empresa no ha realizado ninguna gestión para intentar cobrar los impagos, que se elevan ahora a tres millones de euros.
'Estas deudas se han ido pasando a pérdidas', denuncia. En estos momentos hay abierta una investigación municipal.
También revela Domínguez que en las cuentas de 2001, según la auditoría, la empresa consignó como ingresos unas deudas que todavía no se han cobrado. A este respecto, fuentes municipales han mostrado su temor a que 'Mercasevilla se convierta en el caso Enron del ayuntamiento'.
La crisis del mercado central se inició en 1991, cuando el entonces alcalde Alejandro Rojas-Marcos dejó de asumir las pérdidas por vía presupuestaria. Los trabajadores, que temen que se opte por la privatización, también atribuyen la crisis de Mercasevilla a que ha venido cobrando tasas por debajo del coste de los servicios.