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Liberalización

Telefónica rechaza el 11% de las peticiones de cambio de operador

La batalla por la regulación de la preselección o preasignación está en todo lo alto. Los operadores implicados, Telefónica, por una lado, y las compañías asociadas en Astel, por el otro, están a la espera de conocer el contenido de una circular de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) sobre el tema que debe ser hecha pública antes de las vacaciones de verano.

Cada parte da a conocer aquellos razonamientos que favorecen sus tesis, teniendo en cuenta que el tema que se ha convertido en el centro de la batalla es el periodo en el que Telefónica no podrá contraofertar por aquel cliente que haya decidido preasignarse en favor de los servicios de cualquier empresa de la competencia.

Mientras que las compañías de Astel proponen una moratoria de ocho meses, y aceptan los seis que han planteado los servicios técnicos de la CMT, Telefónica propone que la medida se limite a un máximo de cinco semanas y a un mínimo de tres.

En este contexto ha circulado el informe que los servicios técnicos de la CMT remitieron al consejo de este ente regulador con el objetivo de informar sobre la redacción de la circular sobre preasignación.

En este documento, aparte de proponer la inclusión de los números cortos de la red inteligente entre los servicios preseleccionados y de denunciar el 'enfriamiento en la evolución de los servicios preasignados' entre los meses de enero y mayo del presente ejercicio, se detallan los problemas que plantea Telefónica para permitir la implantación de esta facilidad que es calificada como una pieza fundamental de la liberalización.

Los técnicos de la CMT, sobre la base de los datos remitidos por los operadores agrupados en Astel, aseguran que Telefónica ha rechazado (inhabilitado) el 11% de las preselecciones solicitadas en los últimos meses. Del total de inhabilitaciones, el 64% ha estado motivadas por las diferencias que existen entre el número de DNI que Telefónica tienen en sus archivos y el que el cliente presenta. Por ello, proponen al consejo que establezca un plan de actuación especial para desbloquear estas negativas en caso de conflicto entre el operador y Telefónica.

La preselección permite a un cliente utilizar algunos servicios de un operador alternativo sin necesidad de marcar prefijo ni cambiar el bucle de acceso a su hogar.

Falta de confianza

Nada más liberalizarse, el número de clientes preasignados se disparó, pero desde hace meses se mantiene estancado en los alrededores del millón y medio. Los competidores de Telefónica aseguran que este bloqueo se debe a la agresiva actitud del ex monopolio en la recuperación de clientes y por eso piden que la moratoria se extienda. La filial presidida por Julio Linares, sin embargo, argumenta que la solicitud se debe a la poca confianza que tienen sus rivales en su capacidad comercial.

Para demostrarlo, fuentes de Telefónica esgrimen una comparativa europea que demuestra que España sería, en caso de aceptar la propuesta de Astel, el país con un periodo obligatorio de inactividad comercial más elevado para el operador dominante. En la mayoría de ellos, el ex monopolio puede reaccionar en menos de un mes y sólo Bélgica tiene seis meses de moratoria, pero autoimpuesta por el propio operador.

Telefónica tampoco está de acuerdo en que la preselección esté bloqueada. A cierre de junio, había 1,65 millones de clientes preasignados, lo que supone uno de los mayores incrementos mensuales en mucho tiempo. Esta cifra, además, implica que el 9,18% de las líneas usan el servicio de otro operador.

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