Wall Street acoge escéptica el plan de Bush contra el fraude
W all Street vivió ayer una sesión de calma tensa, pendiente del el anuncio del plan del Gobierno para hacer frente al fraude contable. George Bush hizo público en su discurso un conjunto de medidas para evitar nuevos escándalos financieros, que incluyen, entre otras, leyes más duras para castigar la obstrucción a la justicia o la creación de un cuerpo especial para investigar fraudes.
Los expertos aplaudieron las intenciones de Bush, pero reconocieron que las palabras por sí mismas no serían suficientes para recuperar la maltrecha confianza de los inversores.
Nada más finalizar la comparecencia del presidente, el mercado reaccionó a la baja, pero poco después se recuperó. Conforme llegaba el cierre, el nerviosismo se acentuó. El Nasdaq bajó un 1,74% y el Dow Jones, el 1,93%.
Otro foco de interés fue la avalancha de presentación de resultados que se avecina. Yahoo, que anunciaría cuentas al cierre, cedió el 1,86%.
Algunos de los últimos escándalos contables siguieron pesando ayer en el mercado. La farmacéutica Merck, que reconoció la víspera que había aumentado las cuentas artificialmente, perdió ayer un 4,23%.
Otra pérdida significativa correspondió a Wyeth, antigua American Home Products. Bajó un 24% después de que le obligaran a suspender las investigaciones de su fármaco hormonal Prempro.
La sesión estuvo también marcada por ciertos informes de analistas. Merrill Lynch redujo las previsiones de 13 fabricantes de chips, incluidos Applied Materials, KLA Tencor y Novellus. Deutsche Bank también empeoró la perspectiva del sector.
Dell añadió motivos de inquietud al reconocer que no ve signos de mejoría en la demanda de ordenadores personales, si bien confirmó sus objetivos. Cedió un 0,36%.
Los mercados europeos ampliaron ayer sus pérdidas. La deteriorada confianza de los inversores recibió un nuevo golpe, después de que Moody's rebajara la calificación de deuda de Alcatel hasta el nivel de bonos basura. Esta noticia, junto a la indecisión de Wall Street, desencadenó las pérdidas. París bajó un 1,02%; Londres, el 1,27%, y Francfort, un 1,6%.
El sector tecnológico sufrió los mayores retrocesos. El fabricante de equipos de comunicación Alcatel perdió un 2,24% tras el recorte y arrastró otros valores de la industria, como Nokia, que bajó el 3,38%, o Ericsson, un 2,42%.
No fue el único factor que generó nerviosismo. El presidente de la biotecnológica irlandesa Elan, en el punto de mira por posible fraude contable, dimitió por las dudas sobre su gestión. El nuevo equipo directivo prometió mayor transparencia en la publicación de las cuentas y afirmó que está buscando fondos extraordinarios para hacer frente al vencimiento de deuda de finales de año. Subió un 2,17%.
Las telecomunicaciones volvieron a mostrar debilidad, después de la mejoría de la pasada semana. France Télécom se anotó la segunda caída consecutiva, un 4,68%, después de acumular un alza superior al 62% en las sesiones anteriores. Vodafone bajó el 3,41% y BT, un 1,96%.
En una nueva tanda de compañías que han rebajado las previsiones, la empresa francesa de servicios de catering Sodexho Alliance advirtió que no alcanzará los objetivos de ventas. Bajó un 9,02%.
Los mercados latinoamericanos vivieron una sesión a medio gas, ya que la Bolsa de Buenos Aires y la de São Paulo permanecieron cerradas por festivo. El índice Mexbol de México se anotó un 0,43%, a la espera del comienzo de la presentación de resultados de empresas de relevancia.
Tokio sumó un 1,77%, a pesar de las caídas de Wall Street la víspera. El Nikkei queda de nuevo a las puertas del nivel de los 11.000 puntos, en 10.960. Tecnológicas de peso, como Advantest y Sony, encabezaron las alzas.