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Crisis de confianza

Las pérdidas de Terra se multiplican por 20 con criterios contables de EE UU

Se mida como se mida, Terra Lycos sigue siendo el farolillo rojo del grupo Telefónica. Con los criterios contables españoles, sus pérdidas de 566 millones de euros (el equivalente a 94.224 millones de pesetas) eran superiores incluso a las de Admira. Con los criterios estadounidenses, eran insuperables, por más que su propia matriz hubiera puesto alto el listón.

Terra registró la semana pasada en la Securities Exchange Commission sus cuentas de cierre de 2001 reformuladas de acuerdo con los principios contables generalmente aceptados en Estados Unidos (los US GAAP, por sus siglas en inglés). Con esa contabilidad, las pérdidas de Terra se multiplican por 20 con respecto a las publicadas en España. Los números rojos ascendieron a 11.411,75 millones, una cifra que triplica con creces la propia capitalización bursátil de la filial de Telefónica.

El abismo de pérdidas en que está sumida Terra según las cuentas estadounidenses procede en su inmensa mayoría de una operación singular: la compra de Lycos. De acuerdo con los US GAAP, la cuantía de esa adquisición quedó cifrada en 14.478 millones de euros, de los que algo más de 12.000 correspondían al valor de mercado de las acciones emitidas y unos 2.400 a la valoración de las diferentes opciones en circulación. En España, mientras, la adquisición quedó valorada en menos de 4.000 millones de euros (al tomarse como referencia no el precio de mercado de las acciones emitidas, sino su valor teórico contable).

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Esa diferencia de precio se traslada casi íntegramente a un mayor fondo de comercio con las normas de EE UU. Además, la nueva normativa de ese país obliga a analizar el valor del fondo de comercio cada año y a amortizarlo de un golpe si está deteriorado, y el de Lycos lo está en gran medida, según reconoce Terra. El resultado es que la compañía de Internet ha tenido que limpiar 8.790 millones de euros por deterioro de fondos de comercio, de los que 8.628 millones corresponden a Lycos. También hay que incluir otros ajustes por esta partida que restan 1.636 millones de euros.

El segundo ajuste por importancia es el relativo a la activación de créditos fiscales. Con la contabilidad estadounidense, sólo puede incluirse cuando, según las pruebas objetivas y subjetivas disponibles, hay más probabilidades de poder recuperarlo en el futuro que de lo contrario.

Créditos fiscales

Tras esa valoración Terra admite que lo más probable es que no pueda recuperar los créditos fiscales que figuran activados en el balance español, lo que provoca un ajuste del resultado de 240 millones en 2000 y de 374 millones en 2001. En España, mientras, basta que el plan de negocio contemple razonablemente la recuperación del crédito fiscal para que pueda activarse. Otra serie de ajustes de menor cuantía terminan de definir el resultado de Terra medido con el mismo rasero que se aplica a sus competidoras estadounidenses.

A lo largo del año pasado, Terra fue publicando trimestre a trimestre sus cuentas formuladas bajo los principios contables estadounidenses, pero dejaba sin calcular el resultado neto. Se paraba en la línea del Ebitda, que le resultaba comparativamente más favorable, pero mantenía ocultas las multimillonarias pérdidas de los epígrafes siguientes.

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