Fischler afirma que la reforma de la PAC es necesaria para las negociaciones en la OMC
La reforma de la Política Agraria Común (PAC) es necesaria para que la Unión Europea pueda hacer valer su posición en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que no se le impongan medidas contra sus intereses, según ha afirmado el comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler.
"Sólo actuando ahora podemos introducir nuestras reformas en las negociaciones en la OMC (...) Queremos gestos de nuestros socios sobre la seguridad alimentaria, el principio de precaución, las denominaciones de origen o los organismos genéticamente modificados", ha señalado Fischler en una entrevista publicada hoy por "Le Figaro". "Si queremos hacer prevalecer nuestros puntos de vista, hay que ofrecer algo a cambio. La negociación en la OMC debe en principio estar concluida en 2004: si no hacemos nada ahora, a falta de contrapartidas de nuestra parte, se nos impondrá un cierto número de cosas, y evidentemente no en interés de nuestros Estados miembros", ha argumentado.
El comisario ha defendido la reforma de la PAC que presenta hoy el Ejecutivo europeo, y ha asegurado que con ella "tratamos de encontrar una respuesta creíble a las interrogaciones de los ciudadanos sobre problemas como la seguridad alimentaria". "Los europeos se preguntan, con razón, si el camino debe ser el de la industrialización creciente de la agricultura o, al contrario, tener mejor en cuenta la protección de los animales. Si no logramos convencer ahora al contribuyente de que se beneficia de un contravalor real, la reputación de la PAC sufrirá todavía más. Correría el riesgo de no ser aceptada por la opinión pública", ha señalado Fischler.
El comisario ha negado que se haya querido poner en marcha la reforma con precipitación respecto a las fechas establecidas en Berlín en 1999, donde se fijó una revisión en 2003, y comentó que "hemos tomado como referencia la fecha de 2002 que se había fijado para los cereales. Es así de simple". Ha negado que las propuestas de Bruselas pretendan reducir las contribuciones de los países de la UE al presupuesto comunitario, como quiere Alemania: "si un Estado contribuyente neto busca ahorros, tendrá que encontrarlos en los fondos regionales, no en la agricultura".