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Competencia

Monti amenaza con más expedientes a los ex monopolios por abuso de posición

Monti recordó ayer ante varios centenares de representantes del sector los expedientes abiertos en los últimos meses contra España, Italia y Francia -'por no completar el reequilibrio tarifario'-; contra Wanadoo, la filial de Internet de France Telecom -'por una estrategia predatoria en sus tarifas para acceso a Internet a gran velocidad'-, y contra Deutsche Telekom -por imponer precios en el tramo local que no dejan margen a la competencia-. Y advirtió, en la inauguración de una audiencia pública sobre la liberación del bucle local (el último tramo de cable que lleva la conexión telefónica hasta el terminal del cliente) que 'la Comisión puede extender estas acciones disciplinarias, próximamente, al capítulo de la discriminación a los competidores'. Una discriminación en la que pueden estar incurriendo hasta 13 antiguos monopolios, según recalcó acto seguido Pierre Buigues, jefe de unidad de telecomunicaciones en el Departamento de Competencia.

Durante 18 meses, la Comisión ha inventariado los agravios que aseguran padecer las operadoras que intentan aprovechar la apertura a la competencia del bucle local (oficial desde el 1 de enero de 2001). En España, por ejemplo, acusan a Telefónica de retrasos injustificados en permitirles el acceso al bucle, de negarse a negociar las condiciones y de facilitar insuficiente información sobre las centralitas disponibles para la conexión.

La Comisión añade que desde el 1 de enero de 2000 sólo se han abierto a la competencia 900.000 líneas de los varios millones disponibles en toda Europa. 'En Alemania, al ritmo actual, tardaremos 100 años en que se abra a la competencia el 50% del mercado', ironizó Gent Eickers, consejero delegado de QSC, empresa que intenta competir con el antiguo monopolio Deutsche Telekom en el servicio de Internet por banda ancha.

Buigues, jefe de unidad de la Comisión, subrayó que 'el proceso está siendo complicadísimo y muy caro, no sólo para los nuevos competidores, sino también para los antiguos monopolios, que desde el año 2000 han gastado ya más de 330 millones de euros para adaptar las instalaciones a las nuevas normas'. Telefónica y Portugal Telecom figuran entre las operadoras con mayor inversión, a pesar de que en España y Portugal la competencia sigue siendo tan escasa como en el resto de la Unión Europea.

Escisión

La paradoja obedece, según los representantes de las operadoras más incipientes, a que los antiguos monopolios están acotando el mercado a medida que crece. Los datos de Buigues parecen corroborar la acusación. 'En Europa se liberalizan 6.000 líneas semanales, pero cada semana se dan de alta 65.000 nuevos clientes de servicios de gran velocidad'.

'La CE debe actuar urgentemente para reequilibrar el mercado', exigió Tomasso Pompei, consejero delegado de Wind, rival en Italia del operador dominante, Telecom Italia. Pompei, como muchos de sus colegas, opina que ya no basta con la apertura de un expediente y exige medidas más drásticas.

'La división estructural de los antiguos monopolios es la única solución', defendió Pompei, una tesis suscrita también por Graham Wallace, consejero delegado de Cable & Wireless. Los monopolios perderían la propiedad de la red, que pasaría a ser gestionada por una entidad independiente. Wallace opina que sólo así los antiguos y nuevos operadores competirán de igual a igual, y no como clientes unos de otros, como ocurre ahora.

Marc Fossier, vicepresidente de France Télécom, consideró inviable esa posibilidad, que se ha utilizado en la liberalización de los mercados energéticos. 'Los costes de mantenimiento y mejora de la red son mucho más elevados en las telecomunicaciones'. Fossier recordó que una experiencia similar en la red de transmisión por cable costó a Francia millones de euros y un retraso en su implantación.

Acusaciones infundadas, según las compañías

 

La jornada de ayer sobre liberalización del bucle local debía servir, según el comisario de Competencia, Mario Monti, para que antiguos y nuevos operadores 'trabajen juntos de manera constructiva'. El comisario instó al diálogo a los representantes de las operadoras de ambos bandos, pero el enfrentamiento se reveló más profundo quizá de lo previsto.

 

 

 

 

 

 

 

Riccardo Perissich, director de comunicación de Telecom Italia, prescindió de leer su intervención, ya preparada, para improvisar una contundente respuesta a las denuncias de los nuevos operadores. ¿Quejas infundadas? 'No hay fuego sin humo', advirtió Monti.

 

 

 

'Dejemos de confundir al mercado con continuas acusaciones sin ninguna prueba', pidió vehemente Perissich. 'Si nuestro comportamiento es tan malo, por favor, por favor, pongan una queja formal ante los reguladores nacionales o ante la Comisión Europea'. Para los representante de Telecom Italia, France Télécom, Telefónica y Deutsche Telekom, la falta de inversiones en infraestructura por parte de las nuevas operadoras es la verdadera causa de la escasez de ofertas de Internet por vía rápida en Europa.

 

 

 

'No tiene ninguna lógica económica multiplicar las líneas que llegan a un mismo edificio', refutaba Gent Eickers, consejero delegado de la alemana QSC. Su principal rival, el representante de Deutsche Telekom, recordaba, por su parte: 'Nosotros realizamos inversiones a largo plazo cuando entramos en un mercado, especialmente en el de Europa del Este'.

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