La CE denuncia a cinco países por no liberalizar la telefonía local
El comisario europeo de Sociedad de la Información, Erkki Liikanen, propondrá hoy la apertura de expedientes sancionadores contra cinco Estados de la Unión Europea por no aplicar correctamente la legislación sobre telefonía local. Francia y Suecia parecen candidatos a una lista en la que Holanda y Luxemburgo también podrían figurar. Las operadoras dominantes de esos países no habían publicado a finales del año pasado la tarifa para acceso parcial al bucle local, como exige la legislación europea. En el caso de España, esa oferta tampoco aparece en el informe anual de la Comisión Europea. Bruselas ya inició en diciembre pasado procedimientos sancionadores contra Alemania, Grecia y Portugal. Los dos últimos han sido cerrados.
Fuentes comunitarias afirman que se han detectado de nuevo problemas de competencia en la apertura del llamado bucle local, o último tramo del cable telefónico que conecta la centralita con el terminal del cliente. El conflicto surge, esta vez, por la falta de acceso de los nuevos operadores al receptor de señal que en ocasiones se encuentra en un punto intermedio entre los dos extremos del bucle local. El alquiler de la línea desde ese punto es más barato que el tramo entero y puede resultar atractivo para las operadoras que sólo pretendan ofrecer servicio de Internet.
El séptimo informe anual sobre el mercado de las telecomunicaciones, publicado por la CE el pasado mes de diciembre, identifica al antiguo monopolio galo, France Télécom, como una de las compañías que no ha publicado esa tarifa. Suecia tampoco contaba entonces con ella, aunque la operadora Telia preveía publicar su oferta en el otoño de 2001.
Fuentes comunitarias se negaron a identificar los países que serán denunciados. El año pasado, la CE amenazó con expedientar a una decena de Estados por no aplicar adecuadamente la legislación sobre el bucle local, cuya apertura a la competencia es obligatoria desde el 1 de enero de 2001.
El anuncio desató una oleada de contactos desde las capitales con el comisario Erkki Liikanen, quien al final sólo denunció a Alemania, Grecia y Portugal. En los tres casos, por no publicar tarifas separadas para prestar sólo el servicio de voz o el de datos.
España reconoció entonces la ausencia de una apertura efectiva del tramo local, aunque la ministra de Telecomunicaciones, Anna Birulés, responsabilizó al propio mercado de la situación. A finales de 2001, Telefónica sólo había procedido a la apertura de cinco líneas locales.