La ausencia de negocio resta crédito a la subida de Europa
Wall Street estaba ayer cerrado, pero en la mente de los inversores europeos permanecía el repunte de las Bolsas estadounidenses la noche anterior. Así, los principales mercados europeos cumplieron con el guión y siguieron la pauta marcada por sus homólogos del otro lado del Atlántico. Eso sí, con volúmenes bajísimos y el miedo a nuevos casos de enronitis de trasfondo.
El repunte de ayer no varía en absoluto el clima de desconfianza en el que están sumergidos los inversores europeos. 'Seguimos considerando como una elevada posibilidad una cierta recuperación a muy corto plazo, condicionada, eso sí, a que no tengamos más noticias negativas por el lado contable. Para nada identificar esta posible ganancia con el inicio de un cambio de tendencia', apuntaba ayer en una nota el economista jefe de Citigroup, José Luis Martínez.
Los expertos, asimismo, destacan que julio y agosto serán meses clave en los cuales las Bolsas pueden probar nuevos mínimos si los resultados empresariales del segundo trimestre no responden a las expectativas.
Las plazas del Viejo Continente registraron su primera subida en bloque de la semana. Las alzas más notables fueron para las Bolsas que más cayeron en las jornadas anteriores, como París (+2,04%), Londres (+1,79%) y Francfort (+2,91%).
Los inversores se mostraron especialmente atraídos por los sectores más castigados en las jornadas anteriores y por los fabricantes de equipos para móviles. Así, Alcatel ganó un 9,7%, y la sueca, Ericsson el 6,12%. Esta última compañía se ha visto favorecida tanto por los rumores de fusión como por el posible abandono de su alianza con Sony para fabricar móviles.
Por otro lado, Vivendi ganó un 5,54% tras el nombramiento de Jean-René Fourtou como sustituto de Jean-Marie Messier al frente de la compañía. Fourtou tiene fama de buen gestor tras conseguir reflotar y sanear al grupo químico francés Rhone Poulenc. Sin embargo, la subida de ayer en Vivendi es una migaja comparada con la caída del 41,8% sufrida en las últimas dos sesiones.
El temor a nuevos escándalos contables vino ayer de la mano de la firma de ediciones científicas anglo-holandesa Reed Elsevier. Sus acciones llegaron a caer un 3%, tras conocerse que la compañía había contabilizado el fondo de comercio de 2001 de forma irregular. Al cierre, sin embargo, las acciones acabaron subiendo un 0,08%.
France Télécom fue la ganadora absoluta en la Bolsa parisina (+16,41%), mientras que Vodafone seguía la estela y aupaba el índice de telecomunicaciones del Stoxx 600, que registró una subida del 4,15%. En Londres destacaron también los avances del sector farmacéutico, con GlaxoSmithkline (+3,46%) a la cabeza. Mientras, en Francfort, las subidas más sobresalientes fueron para la reaseguradora Munich Re (+7,05%) y la fabricante de chips Infineon (+6,16%), ambas pertenecientes a dos de los sectores más vapuleados estos últimos días.
Huérfanas de los mercados estadounidenses, los índices latinoamericanos registraron una sesión plana y con volúmenes ridículos. Como en Europa, dominaron las alzas, sobre todo en Argentina (+4,29%). Una día más, en Brasil (+0,33%) el interés estaba en el mercado de divisas. El real brasileño arañó dos décimas más al dólar, hasta los 2,84 reales, lo que demuestra que las intervenciones del Banco de Brasil han dado sus frutos.
Las ventas dominaron los mercados japoneses por primera vez en la semana. El Nikkei cedió ayer el 1,66% y demostró un día más su disparidad con Wall Street, que en la víspera logró arañar un cierre positivo. Las explicaciones de los expertos iban todas en la línea de las tomas de beneficios tras las alzas registradas desde el viernes pasado. No obstante, la fuerte dependencia del índice de referencia nipón a las grandes compañías tecnológicas le hace vulnerable a los movimientos de estos valores, como Sony, que ayer cayó un 3,04%.