El BCE mantiene los tipos y exige rigor al aplicar el Pacto de Estabilidad
El presidente del BCE, Wim Duisenberg, declaró ayer que 'en la zona euro existe mucha más liquidez disponible de la que sería necesaria para financiar un crecimiento económico sostenible y no inflacionario'.
La subida del euro puede ayudar a controlar los precios, pero los aumentos salariales negociados en algunos países (con Alemania a la cabeza) y el fuerte aumento de la masa monetaria en circulación hacen que 'los riesgos en materia de estabilidad de precios sigan orientados al alza a medio plazo'.
Pese a ello, el BCE optó por mantener sin cambios los tipos de interés. Según el banquero central, 'las evidencias más recientes envían señales mixtas' y 'los recientes acontecimientos en los mercados financieros' demuestran que 'la incertidumbre en torno al vigor de la recuperación económica tanto dentro como fuera de la zona euro no se ha desvanecido en las últimas semanas'.
Puestos en esta tesitura, 'nuestra posición es esperar y ver' cómo evolucionan los indicadores, añadió.
Los tipos de referencia del BCE permanecen así en el 3,25%, nivel en el que están desde el 8 de noviembre. En Londres, el Banco de Inglaterra también mantuvo sus tipos de referencia en el 4%, el nivel más bajo en cuatro décadas, pese a que el gobernador, sir Edward George, llevaba semanas amagando con subirlos. Según los analistas, la decisión significa que el desplome de las Bolsas pesó más que la fuerte subida de los precios inmobiliarios.
Manteniendo tipos, el BCE da algo más de margen a la economía de los Doce para repuntar tras el bache de finales de 2001. El PIB de la zona euro creció un modesto 0,2% en el primer trimestre y el declive de los mercados en las últimas semanas ha hecho que decaiga el ánimo de consumidores y empresas de la UE durante el mes de junio.
Además, el repunte del euro frente al dólar puede dañar las exportaciones, que representan un 38% del PIB de los Doce y hasta ahora son el principal motor de crecimiento de la región.
Aviso a Francia
Duisenberg aprovechó su intervención para criticar la laxitud con que algunos países de la UE pretenden interpretar el límite de déficit público fijado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
El banquero calificó estos hechos como 'preocupantes'. Y citó la 'decisión unilateral' de Francia, que ha condicionado el cumplimiento de su compromiso fiscal a un ritmo de crecimiento del 3%, que 'puede ser considerado como en la banda alta del potencial de crecimiento' francés.
En Berlín, el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, también se mostró 'preocupado por las tendencias hacia el debilitamiento del Pacto de Estabilidad'.