El Banco de España planea cerrar el 73% de sus sucursales provinciales
El Banco de España ha iniciado una negociación con los sindicatos para cerrar gran parte de las 52 sucursales provinciales que tiene repartidas por el país, y que con la integración monetaria europea han perdido 'contenido', afirma la autoridad supervisora.
En los últimos años se ha producido, además, una sensible disminución de su actividad, debido a la mejora de las comunicaciones y el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información, 'lo que ha provocado una pérdida de operatividad'. La dirección del Banco de España expuso al comité de empresa, en una primera reunión celebrada ayer, que el número de sucursales que se pretende cerrar no está aún fijada ni tampoco el volumen de empleados a los que afectaría.
A pesar de ello, fuentes de CC OO indicaron a este periódico que los responsables del banco les han comunicado extraoficialmente que se trata, en principio, de que sólo queden abiertas en torno a 14 sucursales, que son las que cuentan con un centro de tratamiento de billetes (máquinas para tratar y destruir billetes). æpermil;stas son las de Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Madrid, Palma de Mallorca, Oviedo, Málaga, Murcia, A Coruña, Las Palmas, Tenerife, Valladolid y Alicante.
El resto (el 73,1% del total) sería cerrado. En la misma línea, José Antonio Mozos, de UGT, calcula que el plan de reestructuración podría afectar a entre 30 y 35 sucursales. El Banco de España ya realizó una reestructuración entre 1978 y 1982, en la que cerró otras 18 sucursales de menor entidad (ver gráfico). Otro asunto a concretar es qué pasará con la plantilla. El Banco de España cuenta con 3.080 empleados, de los que 825 están destinados en la red de sucursales, ubicadas en las capitales de provincia. Mozos calcula que la remodelación podría afectar a 500 trabajadores.
Según el Banco de España, se trata de que la reestructuración (el plan estará listo a fin de año) afecte al menor número de empleados, y que la reducción se resuelva con medidas no traumáticas, 'con lo que se evitará en lo posible las extinciones de contratos'. La idea es proponer traslados y alguna prejubilación. Los sindicatos están dispuestos a negociar, aunque supeditan el acuerdo a que no haya rescisión de contratos.