Cascos reclama respeto dentro del PP a los más veteranos
Álvarez-Cascos, aplaudido a su llegada por los parlamentarios que se dieron cita en la convención organizada en Madrid, comentó a los periodistas que el momento en el que se deciden en un partido las candidaturas electorales ofrece la oportunidad a los militantes de entrar en competencia, un ejercicio que definió como 'noble y digno de la política', que no puede considerarse, en su opinión, como un 'signo de división'.
El ministro lamentó que alguien en su partido quiera colocarle en 'teorías conspiratorias' por defender los derechos de la militancia. 'Que se haga una advertencia a las guerras entre familias está muy bien, pero que alguien diga que mis palabras tienen relación con las familias me parece un poco fuerte, cuando el ministro de Fomento no ha liderado jamás ningún proceso de facciones dentro del partido, no tiene grupo de casquistas y ha trabajado por que no haya ni siquiera título de antigüedad y se reciba con los brazos abiertos al más nuevo que se quiera incorporar', aseveró.
No obstante, matizó que con la misma generosidad con la que el PP acoge a cada nuevo militante el partido debe respetar y reconocer la veteranía y el trabajo 'de los que llevan muchos años'. El fichaje reciente más sonado ha sido el de Adolfo Suárez Illana como candidato a la presidencia del Gobierno de Castilla-La Mancha, seguido de la polémica provocada por unas declaraciones de su padre, el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, en las que se decantó por el ex ministro Jaime Mayor Oreja como principal candidato a la sucesión de Aznar y calificó al vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, de 'soberbio'.
Diferencias con Aznar
Pero los reproches esgrimidos ayer por Álvarez-Cascos iban dirigidos, sobre todo, al presidente del Gobierno, José María Aznar, y al secretario general del PP, Javier Arenas, que el pasado lunes, tras la reunión de maitines, advirtieron que en el PP no caben las corrientes ni las familias, en alusión a la polémica abierta por el propio ministro de Fomento sobre el recurso a las encuestas para seleccionar a los candidatos a las próximas elecciones municipales y autonómicas.
Álvarez-Cascos negó ayer haber abierto esta polémica. Calificó de 'seria' la advertencia de Aznar sobre la necesidad de que haya unidad dentro del PP y dijo no sentirse aludido por ella. 'Nadie que me conozca tiene la más mínima duda de lo que pienso de este partido y lo que puede ser el futuro', añadió.
El ministro dio a entender que, si hubiera querido incidir en la imagen del PP, habría realizado comentarios sobre su liderazgo, su estrategia política o su programa, al tiempo que afirmó que nunca ha roto su compromiso de lealtad en ninguno de estos tres ámbitos.
Para ilustrar su forma de pensar y las consecuencias de su actuación, el ministro recordó que el presidente del Gobierno es simpatizante del Real Madrid y prefiere como pintor a Velázquez. A él, en cambio, le gusta Goya y es del Sporting de Gijón, 'lo que no puede interpretarse como que haya una grave crisis de política deportiva y cultural', ironizó Álvarez-Cascos.
El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, señaló que las diferencias internas que hay en el PP no pueden calificarse de 'cisma' porque 'hay coincidencia de proyecto y solidaridad interna y no un conflicto que pueda considerarse grave'.