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Bolsas en el mundo

La desconfianza se ceba en el Nasdaq, que pierde el 4,06%

Las Bolsas cruzaron ayer el ecuador del año con los mismos temores e incertidumbres con los que empezaron el ejercicio. En los parqués se sigue hablando del miedo a ataques terroristas y de la desconfianza en las cuentas y la gestión empresarial, lo que provoca que las Bolsas estadounidenses, sobre todo el Nasdaq, que ayer cayó el 4,06%, sigan escenificando la pérdida de confianza de los inversores.

Muy pocos se atreven hoy a dar una fecha para ver un cambio de tendencia en los índices y algunos incluso avisan que hay que ir acostumbrándose a más escándalos como el de Enron y Worldcom. Lo único que mantiene viva la esperanza es que los datos económicos reflejan una economía, cuanto menos, resistente. Así, el índice ISM de actividad industrial (antiguo NAMP) subió en mayo, cuando los expertos esperaban una ligera caída.

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La caída del Dow Jones (-1,44%) quedó en un segundo plano. El interés de los inversores estadounidenses estuvo ayer en el Nasdaq, que cedió el 4,06% lastrado por el sector biotecnológico. El regulador sanitario rechazó ayer un fármaco contra la esquizofrenia elaborado por Alkermes (-67,4%), compañía que contaba con el apoyo de Johnson & Johnson, que retrocedió el 2,91%. La noticia afectó al resto de grandes biotecnológicas, como Amgen (-7,4%) e Immunex (-5,51%).

Por su parte, los fabricantes de chips Altera y Xilinx cayeron un 6,47% y un 7,36%, respectivamente, al recortar JP Morgan las estimaciones para ambas compañías.

Worldcom, que ayer reanudó su cotización en el Nasdaq desde su suspensión la semana pasada, perdió un 93% y planea abandonar la Bolsa a finales de semana. La nota positiva en los mercados de EE UU la puso 3M, que anunció una mejora de sus beneficios para el segundo trimestre. Su subida, un 4,28%, fue la mayor del Dow Jones.

Las Bolsas europeas no lograron encadenar su tercera subida consecutiva. Los inversores decidieron en la última hora pasarse a las ventas desanimados por el índice de los gastos de construcción de EE UU en mayo, que cayeron un 0,7% y eclipsaron el buen dato del índice ISM.

Londres y Milán registraron las únicas alzas de la región, un 0,63% y 0,64%, respectivamente. Francfort (-0,36%) fue la peor parada.

La sesión más intensa en Europa la vivieron los inversores franceses, que además de lidiar con un fallo técnico que mantuvo la plaza parisina sin operaciones durante gran parte de la mañana, se encontraron con diversos rumores que, aunque desmentidos, afectaron a dos de las grandes compañía del Cac 40. Las especulaciones de recompra de acciones de France Télécom por parte del Gobierno impulsaron a la operadora un 25,34%, mientras que Vivendi Universal subió el 9,23% ante la posibilidad de que el presidente, Jean-Marie Messier, dimita de su cargo.

Pero el baile de directivos no fue una exclusiva de Vivendi. El banco suizo Credit Suisse subió el 3,39% después de que algunos inversores apostaran por la salida del presidente y el consejero delegado de la entidad. La sueca Ericsson (+8,63%) fue otra de las protagonistas de la sesión después de que uno de sus principales accionistas, el fondo Alecta, señalara que la compañía debe buscar una fusión para sobrevivir.

La operadora de móviles brasileña Telesp Celular cayó ayer un 13,61% tras anunciar que emitirá cerca de 900 millones de euros en nuevas acciones para financiar sus inversiones. La caída de Telesp arrastró al índice Bovespa, que retrocedió el 2,21%.

La Bolsa japonesa no logró cerrar la sesión en positivo pese a las buenas cifras del informe Tankan de confianza empresarial. Así, el Nikkei cayó un 0,25% ante el temor de los inversores de que la fortaleza del yen reste competitividad a la economía. Uno de los valores que más sufre el alza de la moneda nipona es Sony, que obtiene dos tercios de sus ventas fuera de Japón. El valor cedió ayer un 2,21%.

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