Fomento planea unir Renfe y el GIF como paso previo a la ruptura del monopolio
Además, debe resolver previamente el problema de la enorme deuda que lastra a Renfe. Fomento ha cambiado sus planteamientos iniciales y propone en una primera fase la fusión íntegra de Renfe con el GIF para, posteriormente, desgajar de la suma de estos activos un operador ferroviario (la nueva Renfe) y un ente propietario de todas la vías de tren en España (ADIF).Un alto cargo del Ministerio de Fomento ha convocado a las centrales sindicales que representan a los trabajadores de Renfe, Comisiones Obreras y UGT, a una batería de reuniones, que se iniciarán esta semana y se celebrarán a lo largo de julio, para abordar la definición del nuevo modelo ferroviario que debe permitir la liberalización a partir del mes de marzo. Ese esquema organizativo deberá consagrarse a través de un marco legal, la nueva Ley del Ferrocarril, que el Gobierno se apresura a pactar con los interlocutores sociales.
Fomento, en un encuentro del secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, con los dirigentes sindicales, celebrado el 21 de junio, el día después de la huelga general, concretó esa propuesta de nuevo modelo, que implica una gran novedad: la metodología para segregar Renfe en dos e integrar las vías que gestiona con las del GIF y para realizar el saneamiento financiero de la operadora.
Fomento plantea ahora la fusión íntegra de los dos agentes del sector, Renfe, incluida toda su deuda, que asciende a unos 7.200 millones de euros y el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF). Una vez realizada la integración, Fomento procederá a segregar los activos del nuevo conglomerado en los órganos y entes que configurarán el nuevo sistema liberalizado. Por un lado estará el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que gestionará de forma integrada toda la red ferroviaria, la de alta velocidad y la convencional, pero que sólo será titular de la de altas prestaciones.
También se creará un ente propietario de la red convencional y la nueva Renfe, es decir, una empresa pública dedicada exclusivamente a la gestión de los trenes a la que podrán surgir competidores privados. Todos los operadores tendrán que pagar un canon para poder circular.
Fomento había barajado hasta hace unos meses la posibilidad de dividir primero Renfe en dos, infraestructura y operadora, asignar a cada parte de la deuda (que ADIF asumiera 4.200 millones de euros y la operadora, 3.000 millones) y luego proceder a la integración del GIF con Renfe Infraestructura.
Nuevo esquema
En todo caso, el nuevo esquema tendrá que ser consagrado por la citada Ley del Ferrocarril. En la reunión del pasado 21 de junio, no obstante, Fomento no entregó borrador alguno a los sindicatos. aunque éstos están convencidos de que ya existe uno.
Algunas fuentes sindicales se muestran escépticas, sin embargo, sobre la posibilidad de que la ley pueda estar elaborada y tramitada a tiempo, marzo de 2003, y sobre la solución elegida para resolver el problema de la deuda financiera de Renfe.
A su juicio esta solución tendrá que contar con el visto bueno del Ministerio de Hacienda, un organismo que todavía no ha sido consultado, según esas fuentes. A este convencimiento se suman los rumores sobre una posible salida del Gobierno de Álvarez-Cascos, que además acaba de entrar en polémica con el secretario general de su partido, el PP.
Hasta la promulgación de ese texto legal y, como paso transitorio para abordar la liberalización, el ministerio plantea también utilizar la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2003 con el fin de retocar la actual normativa, la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre (LOTT), promulgada en los años ochenta y que se ha quedado obsoleta. Esa revisión consagrará el concepto de competencia en la red, suprimirá el monopolio de Renfe y modificará el estatuto de esta empresa.
Uno de los escollos pendientes de la negociación es el reparto de los activos de telecomunicaciones e inmobiliarios de Renfe entre el ADIF y la operadora. Fomento se inclina por que se los quede el titular de la infraestructura AVE para financiar nuevos tramos. Los sindicatos reclaman que se mantengan en manos del operador para reforzar sus ingresos. Por el contrario, la faceta laboral parece solventada al aceptar las partes que existe un convenio único para la operadora y la infraestructura.
Cuatro reguladores para la apertura del tren a la competencia
Francisco Álvarez-Cascos presentó sus proyectos para la liberalización del ferrocarril el 11 de junio en el Congreso de Ingeniería del Transporte celebrado en Santander.
Un portavoz del ministerio declinó hacer comentarios sobre el plan inicial de fusionar a las dos empresas hoy existentes, Renfe y el GIF, y remitió al contenido del discurso del ministro.
Cascos definió los objetivos de la liberalización en Santander en los siguientes términos: 'La reforma se articula en torno a la separación, institucional y contable, entre los operadores públicos del servicio de transporte en competencia y la Administración pública de la infraestructura'.
Cascos explicó que el compromiso común de todos los países de la UE para desregular la explotación del ferrocarril tiene como primera fecha de referencia el 15 de marzo de 2003. Ese día será obligada la introducción de la competencia en el transporte internacional de mercancías. Aunque el turno de la liberalización del tráfico de pasajeros llegará en 2008, la puesta a punto de la regulación liberalizadora debe estar concluida en marzo del próximo año.
El nuevo sistema de explotación en libre competencia se basa en la existencia de cuatro agentes. El primero es la Autoridad Ferroviaria que Cascos señala dependerá 'de Fomento, a través de la dirección general de Ferrocarriles'. Entre sus competencias se encuentra 'otorgar licencias para operar a las empresas ferroviarias'. Estas licencias 'estarán homologadas a nivel europeo y permitirán operar en cualquier país de la UE'. El segundo agente es 'un órgano regulador ferroviario' que 'velará por la pluralidad de la oferta de servicios y arbitrará la solución de los conflictos'.
El tercer agente será 'el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias. (ADIF). Cascos lo define como 'responsable de la gestión de la red ferroviaria (tanto de alta velocidad como convencional) y de las actividades de proyección, construcción, mantenimiento y explotación de la red. Fijará los cánones por el uso de la infraestructura y las tarifas por los servicios adicionales'. ADIF será el titular de las redes de alta velocidad y el Estado del resto.
El último agente serán los diferentes operadores ferroviarios.