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Crónica de Manhattan
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una nación para creyentes

A pocos días de la celebración con más contenido patriótico en EE UU, el 4 de julio, un Tribunal de Apelaciones de San Francisco, conocido como uno de los más liberales del país, sentenció que tal y como estaba formulado el Juramento de Adhesión a la bandera que recitan por las mañanas los niños en el colegio era inconstitucional ¿La razón? Se dice que 'EE UU es una nación bajo Dios' y la primera enmienda de la Constitución declara la separación estre Iglesia y Estado. La sentencia que ahora está en suspenso y puede ser revisada, daba la razón a un declarado ateo, que se sentía ofendido por que su hija tuviera que oír (no es obligatorio recitarlo) el juramento en el colegio.

Al presidente George Bush, la decisión le sorprendió en Canadá, en la cumbre del G8, y allí calificó a la sentencia de 'ridícula'. 'Los americanos hemos recibido nuestros derechos de Dios', dijo el presidente, que se declara metodista. Como Bush, el resto de la clase política se declaró indignada. El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, dijo que los jueces se habían 'vuelto locos' y la Cámara Alta, aprobó una resolución unánime en el que apoyaban la letra del juramento.

Durante dos días no ha habido nada más importante que esta sentencia. El fiscal general del Estado, John Ashcroft, conocido por sus convicciones religiosas, está estudiando el asunto para evitar que las palabras 'bajo Dios' se retiren. æpermil;stas se introdujeron en 1954, durante la guerra fría para marcar más las distancias con los ateos comunistas. La mayor parte de los periódicos ha criticado la decisión y una encuesta de urgencia que se hizo al poco de conocer la sentencia muestra que, aunque EE UU sea un país laico, el 87% de los americanos apoya la frase en disputa y el 60% considera que las alusiones a Dios por parte del Estado y el Gobierno 'son buenas para nación'. Eso sí, el 84% opina que cuando se nombre a Dios debe hacerse sin mencionar ninguna religión.

The New York Times opinaba que la sentencia era 'más torpe que incorrecta' y se quejaba de que esta decisión pudiera interferir en el verdadero debate de la separación entre Estado e Iglesia en el que hay cuestiones más importantes como los rezos en los colegios o la financiación pública de actividades y educación religiosas. Anque algunos de sus lectores mostraban su apoyo al tribunal otros argumentaban: '¡Son sólo dos palabras!'. Hay quienes expresaron el temor de que se tenga que quitar de los billetes la frase 'Confiamos en Dios' o modificar el himno.

Pero por dos palabras hay libros prohibidos en los colegios y obras maestras de la literatura 'retocadas' para evitar términos relativos a la sexualidad, una religión determinada o tacos. Por ejemplo, en Tejas, Estado del que Bush fue gobernador, los colegios tienen prohibido el libro de historia más seguido por el resto de los centros escolares del país, Out of many, porque en un párrafo habla de la prostitución en las ciudades vaqueras en el siglo XIX. En otros Estados no se explica la teoría de la evolución de Darwin por ir en contra de la Biblia.

Los temores del diario neoyorquino se hicieron realidad y, paradójicamente, en la misma semana los asuntos divinos volvieron a ser noticia cuando el Tribunal Supremo declaró que no era inconstitucional que el Gobierno subvencionara a los padres que mandaban a sus hijos a colegios religiosos. Una de cal y otra de arena.

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