Dirigentes del PP sitúan la crisis de Gobierno entre el 8 y el 12 de julio

El silencio que mantiene el presidente del Gobierno, José María Aznar, sobre sus planes para remodelar el Gabinete no ha evitado que en la dirección del PP se hagan cábalas sobre las fechas más probables para encajar la crisis. La que se baraja con mayor aceptación es la de la segunda semana de julio, ya que el lunes 8 finaliza la ronda de comparecencias abierta por los diferentes ministros ante el Congreso de los Diputados para explicar su gestión del semestre comunitario, y el lunes 15 comienza el debate sobre el estado de la nación, que se prolongará hasta el día 16.

Los dirigentes del partido que muestran su predilección por este calendario esgrimen que después de las vacaciones de verano el margen de Aznar para realizar la crisis se estrechará de forma considerable, teniendo en cuenta que el Gobierno estará centrado en la elaboración de los Presupuestos Generales de 2003 y la mayor cercanía de los comicios locales y autonómicos generará un clima preelectoral. La presentación de las cuentas públicas ante el Congreso está prevista para finales de septiembre y su tramitación parlamentaria dura tradicionalmente hasta diciembre.

Otra posibilidad que tampoco descartan algunos dirigentes del partido es que Aznar retrase la remodelación de Gobierno hasta finales de año con el fin de respetar las ventajas de las que disfrutan aquellos ministros que estarían destinados a competir como cabezas de cartel en las elecciones autonómicas y locales.

Su mantenimiento en el Ejecutivo hasta pocos meses antes de la cita electoral les brindaría mejores oportunidades para preparar sus campañas, según se opina en el entorno de los propios afectados. Uno de ellos, que se cita como el más claro, es el titular de Medio Ambiente, Jaume Matas, que volvería a entrar en liza electoral en Baleares.

Sobre la amplitud de la crisis y el cambio de carteras también circulan dentro del PP numerosas conjeturas, la mayoría sin contrastar.