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Presidencia española UE

La PAC pone en peligro el calendario de ampliación

España ya expresó su disgusto con el calendario de negociaciones pactado en diciembre de 2000, que reservaba a su presidencia las parcelas con mayor impacto presupuestario (política estructural y agrícola).

Las negociaciones, en efecto, se han estancado durante este semestre, añadiendo otra sombra a las que ya amenazan el proceso de la reunificación de Europa.

El pueblo irlandés rechazó en junio del año pasado el Tratado de Niza (imprescindible para el ingreso de nuevos países) y las próximas elecciones en Alemania complican el tramo final de la negociación Dublín convocará un segundo referéndum para la ratificación a finales de octubre o principios de noviembre, mientras que Berlín se niega a tratar el capítulo agrícola en pleno proceso electoral.

Copenhague, que toma hoy el relevo al frente de la UE, ya ha convertido la ampliación en prioridad absoluta de su semestre'. Las negociaciones deben concluir en diciembre de 2002', señaló el viernes el ministro de Exteriores, Per Stig Moller, durante la presentación de su programa en Bruselas. 'Nos arriesgamos, si no se cumple este plazo, a retrasar durante años la ampliación'.

Su homólogo español, Josep Piqué, le entrega un testigo que ha portado con poco brío y escasa agilidad negociadora. Bajo presidencia española, la negociación con los 10 candidatos más avanzados cerraba ya el 80% de los capítulos. Pero el proceso encalló tan pronto como se llegó al apartado agrícola, en el que Piqué no logró consensuar la posición negociadora de los Quince.

Alemania y Holanda se negaron a respaldar la propuesta de la Comisión Europea de conceder ayudas directas a los agricultores del Este desde el primer momento de la adhesión.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, que el 22 de septiembre se enfrenta en las urnas al aspirante conservador a su puesto, Edmund Stoiber, descarta rubricar esa posibilidad si no va acompañada de una reforma drástica de la PAC (política agrícola común). En el Consejo Europeo de Sevilla, Aznar ni siquiera osó medirse con el canciller y despachó la parte dedicada a la ampliación en menos de 15 minutos.

Pero Dinamarca parece decidida a imprimir otro ritmo al proceso. 'Lo que estamos discutiendo es añadir [al presupuesto agrícola] una cantidad inferior al 0,1% del PIB europeo de este ejercicio presupuestario [2000-2006]', afirmó el ministro Stig Moller. 'Esto no puede justificar que se corra el riesgo de retrasar la ampliación'.

El calendario pactado prevé que Polonia, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Letonia, Lituania, Estonia, Eslovenia, Malta y Chipre sean miembros de pleno derecho en 2004. A pesar del fracaso de Aznar y de las elecciones de Schröder.

España concluye el semestre sin demasiados avances en agricultura

 

'En época de elecciones es mejor no hacer mudanzas', reza un eslogan tácito asumido por todos en la Unión Europea. Y cuando los comicios afectan a los grandes patrocinadores de la política económica comunitaria, como en este caso ha ocurrido con Francia y ocurrirá dentro de unos meses con Alemania, el dicho se vuelve norma.

 

 

 

 

 

 

 

æpermil;ste no será un año de grandes cambios en Europa y así lo ha evidenciado España, que ha viajado por su presidencia comunitaria con el freno de mano echado. España ha visto cómo se esfumaba su pretensión de cerrar el capítulo agrícola de la ampliación de la UE hacia el este. Además, no ha sido capaz de coordinar las propuestas de la Comisión para revisar la política agrícola común (PAC) a medio camino, porque la aprobación de la Ley Agrícola de EE UU aconsejó a los comisarios un aplazamiento del debate hasta que no se analice en profundidad la normativa norteamericana. Será ahora Dinamarca el que afronte la revisión, a partir del 10 de julio.

 

 

 

España, que es el segundo perceptor de fondos de la política agraria de la UE, ha visto también cómo en su propia presidencia le estallaba la bomba lanzada por el comisario Fischler que más puede dinamitar los cimientos de nuestro campo: la reducción lineal de las ayudas a la agricultura en un 20%, iniciativa que comenzará a debatirse el próximo 10 de julio, ya en presidencia danesa y que cuenta con el apoyo de los Estados más contribuyentes.

 

 

 

En definitiva, 'el Gobierno español ha conseguido el milagro de trasladar los objetivos y prioridades de su presidencia a la danesa', afirma Jesús Cuadrado, portavoz de Agricultura del PSOE.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ayudas al tabaco

 

 

 

Con respecto a los capítulos agrarios sectoriales, según un informe de UPA, la presidencia sólo puede exhibir el trofeo de asegurar las ayudas al tabaco tres años más, aunque se mantiene la eliminación progresiva de las subvenciones.

 

 

 

 

 

 

 

Nada se ha avanzado en la búsqueda de una solución al futuro de la producción arrocera, tampoco se ha arrancado de la Comisión un apoyo explícito al cultivo de las oleoproteginosas para garantizar una alimentación animal alejada de los problemas que generaron las harinas de carne y nada se ha movido, asimismo, sobre las reformas necesarias en el mercado de las frutas y hortalizas.

 

 

 

Además, también queda alejada del objetivo español la consecución de un apoyo permanente para los frutos secos, debate que igualmente se ha aplazado para que sea discutido bajo presidencia danesa.

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