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Divisas

La debilidad del dólar fuerza una acción concertada de los bancos centrales

Los bancos centrales de Europa (BCE), EE UU y Japón actuaron ayer al unísono en los mercados por primera vez desde septiembre de 2001, cuando la Reserva Federal y los bancos del G-8 intervinieron en los mercados comprando euros.

La intervención de ayer tuvo como objetivo frenar el ascenso del yen frente al dólar (9% desde principios de año) y se produjo a petición del Gobierno japonés, que teme que esta apreciación dañe las exportaciones y descarrile la incipiente recuperación de la economía nipona.

La intervención se produjo cuando el dólar había caído hasta 118,36 yenes (el nivel más bajo en nueve meses) y consiguió llevarlo hasta 120,36. La de ayer fue la séptima intervención del banco central japonés desde finales de mayo, pero hasta ahora ha tenido pocos efectos porque cada día que pasa surgen nuevas noticias que debilitan al dólar. La divisa estadounidense ha caído un 10% frente a la cesta de grandes divisas en este trimestre (el mayor descenso trimestral desde finales de 1987) y todo indica que tardará en recuperarse.

El euro, a 0,999 dólares

El declive del billete verde también se está dejando notar con fuerza en el euro, que ayer subió hasta 0,9990 dólares (el nivel más alto desde febrero de 2000). Sin embargo, las autoridades europeas no parecen tan preocupadas como las japonesas por este reajuste en el tipo de cambio.

La acelerada depreciación del dólar en los últimos meses tiene como desencadenante la pérdida masiva de confianza en las finanzas públicas y privadas de EE UU.

A los escándalos contables de Enron y Worldcom se sumó ayer el del fabricante de equipamiento de oficinas Xerox. Los inversores confían cada vez menos en los resultados de las grandes compañías estadounidenses y ello está generando una fuga masiva de fondos desde EE UU hacia otros mercados como el europeo y el japonés.

Las cuentas públicas tampoco van nada bien en la mayor economía del planeta, que afronta un déficit por cuenta corriente equivalente al 4% del PIB.

La agencia Moody's avisó la noche del jueves que puede bajar la calificación de algunos bonos estadounidenses ante la amenaza de suspensión de pagos por parte de la Administración.

El Tesoro debía hacer frente ayer a pagos por 67.000 millones de dólares (67.670 millones de euros) a los fondos de pensiones de la Seguridad Social y no disponía de margen presupuestario para ello.

Finalmente, el Congreso accedió ayer mismo a elevar el techo de endeudamiento en 450.000 millones de dólares (454.000 millones de euros), muy por debajo de lo solicitado por el presidente George Bush, pero suficiente para evitar que el Tesoro incurriera en 'prácticas contables potencialmente fraudulentas', según la definición de su responsable, Paul O'Neill.

El gasto de los consumidores de EE UU cae

 

El paro creciente y los constantes escándalos contables que se están viviendo en la Bolsa tienen un definitivo impacto en la confianza que los americanos depositan en la evolución de su economía, informa Ana B. Nieto desde Nueva York. Los gastos personales cayeron un 0,1% en mayo según cifras del Departamento de Comercio. Y ésta es la primera caída desde noviembre de 2001. Las ventas al por menor notaron esta caída que sin embargo ha sido más evidente en los productos de larga duración como automóviles (2,4% de caída en mayo).

 

 

 

 

 

 

 

Además, según el índice de confianza de la Universidad de Michigan, la confianza de los estadounidenses ha caído de los 96,9 puntos de mayo a 92,4 en junio, la mayor caída porcentual tras el 11-S.

 

 

 

Las malas noticias no quedaron ahí. El índice de actividad en la industria de Chicago registró una caída desde 60,8 puntos a 58,2, aunque un dato por encima de 50 supone expansión de la actividad.

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