El Gobierno justifica la flexibilidad laboral con un sondeo del CIS
El Ejecutivo deduce de ello una 'clara apuesta por la movilidad geográfica'. El trabajo de campo de la encuesta fue iniciado el pasado 20 de mayo, un mes antes, pues, de la huelga general. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, destacó ayer dos datos del sondeo: el que indica que el 54% de los consultados estaría dispuesto a cambiar de provincia de residencia si estuviera en paro y le ofrecieran un empleo 'con buenas condiciones económicas y laborales' y el que fija en el 58% el porcentaje de ciudadanos que considera que una mayor disposición a cambiar de lugar de residencia daría más oportunidades de trabajo. 'Hay una clara apuesta por la movilidad geográfica', concluyó Fernández Díaz.
El barómetro presenta algunos aspectos contradictorios que el secretario de Estado no supo explicar. Uno de ellos es que los consultados están de acuerdo al mismo tiempo en que la mayoría de los parados podría conseguir un empleo 'si se lo propusiera' y también en que quien no tiene trabajo es porque no lo puede encontrar. La nota distribuida por el Ministerio de la Presidencia solamente destaca la primera opinión.
En la encuesta no aparece pregunta alguna relativa a la huelga general convocada por los sindicatos ni tampoco al grado de eficacia del Instituto Nacional de Empleo.
Deterioro de la coyuntura
El barómetro refleja también un sensible deterioro de la situación política y económica. La percepción optimista respecto a la primera desciende cinco puntos en relación al sondeo de abril, mientras que en el caso de la segunda lo hace en tres puntos. El Gobierno considera normal esta circunstancia dado el 'clima previo a la huelga general'. En el sondeo presentado ayer hay un 30% de ciudadanos que considera la coyuntura económica buena o muy buena, frente a casi el 15% que la ve negativa. El 52,7% la califica de regular. Son también mayoría, el 50,6%, los que creen que la coyuntura seguirá igual dentro de un año, frente al 12,5% que apuesta por su mejoría y el 21,2% por su empeoramiento.
La situación política es bien vista por el 23% de los encuestados, frente a igual porcentaje que la percibe mala o muy mala. El 45% la ve regular. El CIS también se interesó en mayo por los problemas que más afectan a los españoles. El paro se sitúa en el primer lugar, con el 40%, seguido de la inseguridad ciudadana, con el 20%. Los problemas económicos, el terrorismo etarra y la inmigración se colocan en tercer, cuarto y quinto lugar.
El 27% de los encuestados ve probable que en España se forme un partido de extrema derecha como el de Jean- Marie Le Pen en Francia. La mayoría relaciona el avance de la ultraderecha con el aumento de la inmigración.