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'Telecos'

Telefónica retribuirá a los accionistas con la amortización de autocartera

Esta nueva política, sin embargo, no está exenta de costes. Además de la tesorería invertida en la compra de acciones, Telefónica acumula unas minusvalías latentes de 291,96 millones en su cartera de títulos propios.

Telefónica prometió a los analistas en la conferencia de Sevilla del pasado mes de marzo estudiar nuevos medios de retribución a los accionistas, ante el descontento generado por la caída bursátil y la nula rentabilidad de las ampliaciones de capital gratuitas. El compromiso, reiterado pocos días después ante la junta general, empieza a cumplirse. La operadora ya ha dado los primeros pasos en esta dirección y ayer su consejero delegado, Fernando Abril-Martorell, anunció que las acciones que tienen en autocartera serán, probablemente, amortizadas.

La decisión sobre el destino final de la autocartera deberá tomarse en la junta de accionistas del próximo año, pero va en la dirección apuntada por el presidente de Telefónica, César Alierta, contrario a reinstaurar el dividendo. La recompra de acciones y su amortización aumenta el valor de los títulos restantes (lo mismo se reparte entre menos accionistas) y, según Pablo Fernández, profesor de Finanzas del IESE, 'puede convertirse en una alternativa preferible a la del dividendo, sobre todo en el caso de las empresas que se enfrentan a un entorno comercial más arriesgado'. Además de las potenciales ventajas fiscales para los inversores, añade este experto, la recompra de acciones 'aumenta la flexibilidad financiera de la compañía'.

Pero la nueva política de retribución al accionista no está exenta de costes. Fernando Abril explicó ayer que la operadora está aprovechando los bajos precios bursátiles para comprar autocartera. Lo cierto, sin embargo, es que la adquisición de títulos propios comenzó el día en que Alierta llegó a la operadora. A cierre de 2000, Telefónica contaba con cerca de 11 millones de títulos en autocartera; un año después, esta cifra había aumentado hasta 45,44 millones; el pasado 30 de abril, la compañía tenía 50,94 millones de acciones (el 1,048% del capital), adquiridas tras un desembolso de 716,27 millones y a un precio medio de 14,06 euros por título.

Puesto que Telefónica terminó el día de ayer a 8,33 euros, la operadora acumula ya unas minusvalías latentes brutas de 291,96 millones de euros en sus compras de autocartera.

Con estos movimientos, Telefónica empieza a poner fin a la política instaurada por el ex presidente Juan Villalonga, quien eliminó el dividendo en 1998 y lo sustituyó por las ampliaciones de capital gratuitas. La fuerte caída en Bolsa de los títulos de la compañía ha despertado las críticas a esta modalidad de retribución cuyo efecto dilutivo (lo mismo se reparte entre más, justo al contrario que la recompra de acciones) deja en nada la hipotética remuneración.

Fernando Abril aprovechó su presencia en el Foro Iberoamericano de Economía y Empresa, organizado por el grupo Recoletos, para minimizar los problemas financieros de Brasil y aseguró que la incertidumbre que rodea a este país es 'temporal'. Las filiales brasileñas son 'sólidas' y están 'bien capitalizadas', añadió el consejero delegado, y el crecimiento de ingresos crece a tasas del 15%. Abril, sin embargo, no hizo referencia al efecto que para las cuentas del segundo trimestre puede tener la fuerte caída de la divisa brasileña, el real, que, unida a la situación argentina, podría llevar a pérdidas a la empresa, según comienzan a apuntar algunos analistas.

El consejero delegado sí aludió a la posibilidad de una opa hostil por parte de un competidor y lo hizo para descartarla. Ninguna operadora, aseguró, está en mejores condiciones que Telefónica, a pesar de la caída del 42,3% que acumula la compañía española en lo que va de año.

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