El Banco Mundial irrumpe en la campaña brasileña y pide claridad a los candidatos
En un movimiento inusual para los organismos internacionales, el Banco Mundial irrumpió ayer en la campaña electoral brasileña y pidió a los diferentes candidatos que presenten un programa económico claro, con el fin de enviar un mensaje de tranquilidad a los inversores.
La inestabilidad financiera se ha disparado en Brasil ante la clara ventaja del candidato de izquierdas, Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), en los sondeos electorales.
El vicepresidente del Banco para América Latina, David de Ferranti, aseguró que 'los Estados [brasileños] gobernados por la izquierda han manejado la situación fiscal de forma apropiada', una clara diferencia, a su juicio, con las relaciones entre el Gobierno y las provincias argentinas.
De Ferranti pidió, por ello, a los candidatos brasileños que 'hablen más claramente sobre sus políticas para disminuir el nerviosismo de los mercados financieros'.
'Las preocupaciones del mercado sobre Brasil son una sobrerreacción, algunos de esos temores son excesivos', subrayó.
Nueva caída del real
Pero ni la defensa de la gestión fiscal del PT en los Estados donde gobierna sirvió para tranquilizar a los inversores.
El real volvió a sufrir ayer una nueva depreciación desde las 2,77 unidades de cierre del lunes hasta los 2,82 reales por dólar y se aproximó peligrosamente al mínimo histórico de 2,832 unidades alcanzado el pasado viernes. Todo ello, pese a la intervención constante del Banco Central.
El riesgo-país también volvió a subir, tras la brusca bajada del lunes, y trepó hasta los 1.601 puntos básicos.
El ministro de Hacienda, Pedro Malan, insistió en que el país superará la crisis de los mercados financieros e insistió en que 'no se puede igualar Brasil a Nigeria', país al que São Paulo superó en nivel de riesgo. Malan, no obstante, admitió que bajo la presidencia de Fernando Henrique Cardoso la deuda pública brasileña se multiplicó por 10 en siete años