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Tribuna
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Huelga general y mercados

Este artículo no pretende añadirse al debate sobre la necesidad o no de huelga general en España en estos momentos, sobre el que, por otro lado, ya se ha escrito bastante (y se escribirá más a corto plazo, de esto no me cabe ninguna duda). Tampoco es mi intención estimar el impacto económico de la huelga, del que probablemente tendremos más datos en los próximos días. Mi objetivo ahora simplemente es analizar el impacto de la huelga general sobre los mercados financieros, si realmente este impacto existe y es significativo.

Ya en los últimos meses hemos observado cómo los mercados se preparaban ante la posibilidad de huelgas en Alemania, aunque el origen era muy diferente al del actual conflicto en España. En aquel país se centraban en reivindicar una mayor subida salarial, frente al rechazo de una reforma laboral en el caso español.

El reciente acuerdo alcanzado en Alemania ha permitido que parte de las tensiones desaparezcan, aunque aún existe la posibilidad de más huelgas en el sector de la construcción.

¿Una primera conclusión de la reacción de los inversores a la huelga de ayer? Tranquilidad relativa. Y es que un hecho innegable ahora es la integración de los mercados y la política económica española en un proceso como es la unión económica y monetaria.

De forma casi automática, esto significa infravalorar los aspectos nacionales sobre los europeos, salvo que los primeros sean muy graves. Es difícil concretar la magnitud de esta gravedad. Por ejemplo, la evolución al alza de la inflación en España en los últimos meses es bastante grave. Sin duda que fuera del proceso europeo, el Banco de España hubiera tenido que mantener un nivel oficial de tipos muy por encima del 3,25% actual. O que el Gobierno debería aplicar una política fiscal más restrictiva a la actual.

Pero los mercados nacionales, y en este momento sólo tenemos a la Bolsa y a la deuda, lo han obviado. Muchos inversores confían en una posterior convergencia de los precios, de otra forma sería imposible mantenerse dentro de la unión económica y monetaria (salvo que se aceptara algo tan inaceptable como es empobrecerse frente al resto).

También está siendo grave la evolución de los acontecimientos en Latinoamérica, aunque esto se ha traducido ya en un aumento de la prima de riesgo de los valores españoles más afectados. Pero no hemos visto un aumento generalizado del riesgo español.

Sin duda, muchos alegarán que si hay algo verdaderamente grave que aumenta el temor de los inversores es el riesgo político.

¿Ha aumentado la inestabilidad política en España? Lo dudamos. Aunque es cierto que ha aumentado la tensión en los últimos meses, pero no en una magnitud que realmente impacte en los mercados financieros. Incluso podríamos decir que un hipotético aumento de la incertidumbre política en España podría tener un impacto escaso en los mercados.

El mejor ejemplo ha sido el difícil contexto político en Italia en los últimos años. Bueno, pues la confianza que inspira la unión económica y monetaria ha sido suficiente como para amortiguar su impacto negativo en sus mercados, y en los de la propia zona euro.

Los inversores parten del hecho de que un cambio de un Gobierno nacional dentro de la unión económica y monetaria no se traduciría en un cambio en la política económica del país en cuestión, que tiene que buscar una convergencia real y monetaria con la media del área. Esta es la consecuencia última de tener una moneda común.

Naturalmente, siempre tenemos excepciones: en este caso se producen en función de la importancia del país en cuestión. Así, no es lo mismo que la inestabilidad política (o cualquier otra incertidumbre) surja en Francia o Alemania que en el resto de los países. Esto lo hemos podido comprobar de forma reciente con la polémica sobre el cumplimiento de los planes de estabilidad.

Tras todo lo anterior, no parece probable que vayamos a tener un fuerte impacto en los mercados financieros por la huelga. ¿Un descenso de los volúmenes negociados? Sí, esto ha ocurrido. Pero probablemente tiene más que ver con la cautela actual de los inversores hacia el contexto económico internacional que por la ausencia de estos por la huelga.

Otra cosa será valorar su coste económico sobre las empresas cotizadas, que en caso de ser importante podría traducirse en algún tipo de penalización en las Bolsas. Pero no lo creemos. Bastante tienen ahora los inversores con los riesgos importados desde Estados Unidos y Latinoamérica. Son los inconvenientes de la globalización de los mercados. Y de la inversión.

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