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Crisis en Brasil

Brasil afronta un difícil escenario para la financiación de la deuda

La reacción del Gobierno brasileño ante el rápido deterioro de las condiciones de mercado experimentado en las últimas semanas no se ha hecho esperar. Se anunció el utilización de los 10.000 millones de dólares (10.500 millones de euros) disponibles en líneas de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el fin de amortizar anticipadamente vencimientos en 2003 y 2004 por 3.500 millones de dólares (3.675 millones de euros) y disponer de mayores reservas internacionales.

Se solicitó al FMI la reducción del nivel mínimo de reservas internacionales que debe disponer el Banco Central de 20.000 millones de dólares (21.000 millones de euros) a 15.000 millones de dólares (15.750 millones de euros) y se incrementó la meta de superávit fiscal primario del 3,5% del PIB al 3,75%.

Estas medidas buscan revertir las dificultades que afronta el Gobierno a la hora de realizar el roll over (renovación automática) de sus vencimientos de deuda debido a la incertidumbre sobre los resultados electorales. Brasil debe refinanciar una carga promedio de vencimientos de deuda mensual de 6.400 millones de dólares (6.720 millones de euros) en los próximos 12 meses. Si el mercado no está dispuesto a absorber estos vencimientos, el exceso de liquidez se transforma en una mayor demanda por dólares, mientras que el Tesoro se ve obligado a ofrecer mayores rentabilidades por sus títulos.

El aumento de rentabilidades en los tramos superiores a tres meses y las depreciaciones del real en las últimas semanas testimonian el escaso apetito por títulos brasileños con vencimientos posteriores a las elecciones. Esta situación llegó a su cúspide cuando el martes de la semana pasada el Banco Central no pudo refinanciar todos sus vencimientos.

La respuesta del Gobierno ha sido acertada, debido a que mediante la amenaza de intervenciones en el mercado cambiario se disminuyen las expectativas de depreciación de la divisa y, por lo tanto, la demanda por dólares. Adicionalmente, la recompra de deuda externa permite mejorar el perfil de vencimientos de la deuda en 2003, mientras que el aumento de la meta fiscal tiene el doble objetivo de disminuir las necesidades de financiación del fisco y de facilitar las relaciones con el FMI.

La gran pregunta es si estas medidas serán suficientes para crear las condiciones necesarias para asegurar la refinanciación de los vencimientos de deuda en los próximos meses y si tras las elecciones el mercado vuelve a la normalidad. Por el momento, las medidas han sido efectivas, los vencimientos por 2.300 millones de dólares (2.415 millones de euros) de esta semana pudieron refinanciarse íntegramente, produciéndose incluso una sobresuscripción en el tramo con vencimiento en 2004. Las rentabilidades exigidas para las letras con vencimiento en 2002 cayeron desde el 12% de la semana pasada hasta el 9,8%. A pesar de lo abultado de las amortizaciones en lo que resta de 2002 (cerca de 36.000 millones de dólares), el Gobierno dispone aún de cartuchos suficientes para calmar al mercado.

Puede utilizar sus reservas tanto para intervenir en el mercado cambiario como para cumplir con sus obligaciones externas. Puede también introducir cambios normativos en el mercado para disminuir la demanda por dólares y aumentar la demanda por letras públicas.

El problema se plantea tras las elecciones: un posible cambio en la política económica seguramente traerá un deterioro mayor del mercado, en circunstancias en las que los mecanismos para luchar contra el mercado podrían haber sido ya agotados.

El real brasileño, en mínimos por el nerviosismo electoral

 

La moneda brasileña, el real, se depreciaba 2,5 % hoy viernes y tocaba mínimos de todos los tiempos, a 2,84 por dólar, al intensificarse la inquietud sobre las elecciones y la deuda del país tras las rebajas a las calificaciones del crédito del país.

 

 

 

 

El jueves, el real cerró a 2,77 unidades por dólar.

 

 

 

 

 

Algunos operadores dijeron que estaban comenzando a dudar que el Banco Central de Brasil tenga el poder suficiente para defender la moneda, que fue introducida en 1994, pese a una serie de medidas adoptadas la semana pasada para apuntalar al real.

 

 

 

 

 

Entre las medidas, el gobierno anunció que Brasil retiraría unos 10.000 millones de dólares de un crédito contingente previamente acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

 

 

 

 

 

A las 1456 GMT, el real se negociaba a 2,801 por dólar, mientras que el índice Bovespa de la Bolsa de Sao Paulo bajaba 3,73 %, a 10.501,71 unidades.

 

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