El nuevo entorno empresarial
En febrero de 2002, la Conferencia de Ministros Europeos de Pyme, en Aranjuez, insistió en la necesidad de establecer fórmulas societarias sencillas y mejor adaptadas a la realidad de las empresas pequeñas, y se hizo hincapié en hacer mayor uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, reduciendo la cantidad y la complejidad de los documentos para constituir una empresa.
El hecho de que un emprendedor vaya a poder constituir una empresa en el plazo de 48 horas, gracias a unos estatutos orientativos, rellenando un documento simplificado y acudiendo a tan sólo dos instancias, es sólo la punta del iceberg de este amplio proyecto que tiene como objetivo final la consolidación de nuestro tejido empresarial. Nueva Empresa quiere ser algo más que la constitución rápida y fácil de sociedades, es un proyecto que aboga por la simplificación mercantil y administrativa y por el asesoramiento integral a los nuevos empresarios.
Con este proyecto se da un paso importante hacia la administración electrónica. Notarios, registradores, Agencia Tributaria y Seguridad Social harán uso de la firma electrónica, estrenando su empleo en la Administración, para que en un plazo tan reducido el emprendedor se convierta en empresario, con el consiguiente ahorro económico y de tiempo. Es una revolución en el ámbito de creación de empresas que nos situará al nivel de los países más avanzados de la UE, como Francia o Reino Unido, en trámites y tiempos.
El proyecto toma como base la fórmula jurídica de responsabilidad limitada porque las estadísticas revelan que, desde un punto de vista formal, este tipo societario es el más sencillo y el que presenta una menor tasa de mortandad, que es uno de los grandes males para las pequeñas empresas: cinco de cada diez desaparece en los cuatro primeros años de vida.
Todavía queda un camino por recorrer tras la aprobación por el Consejo de Ministros. Por una parte, estamos trabajando en la infraestructura telemática de Nueva Empresa y en el diseño de herramientas de formación on line; por otra, se está elaborando un sistema de contabilidad simplificada, tan simple como una hoja de cálculo. Los pasos se están dando: es cada vez más una mera cuestión de tiempo que nuestro país se sitúe en el ámbito de creación de empresas al más exigente nivel que requieren nuestros empresarios.
En febrero de 2002, la Conferencia de Ministros Europeos de Pyme, en Aranjuez, insistió en la necesidad de establecer fórmulas societarias sencillas y mejor adaptadas a la realidad de las empresas pequeñas, y se hizo hincapié en hacer mayor uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, reduciendo la cantidad y la complejidad de los documentos para constituir una empresa.
El hecho de que un emprendedor vaya a poder constituir una empresa en el plazo de 48 horas, gracias a unos estatutos orientativos, rellenando un documento simplificado y acudiendo a tan sólo dos instancias, es sólo la punta del iceberg de este amplio proyecto que tiene como objetivo final la consolidación de nuestro tejido empresarial. Nueva Empresa quiere ser algo más que la constitución rápida y fácil de sociedades, es un proyecto que aboga por la simplificación mercantil y administrativa y por el asesoramiento integral a los nuevos empresarios.
Con este proyecto se da un paso importante hacia la administración electrónica. Notarios, registradores, Agencia Tributaria y Seguridad Social harán uso de la firma electrónica, estrenando su empleo en la Administración, para que en un plazo tan reducido el emprendedor se convierta en empresario, con el consiguiente ahorro económico y de tiempo. Es una revolución en el ámbito de creación de empresas que nos situará al nivel de los países más avanzados de la UE, como Francia o Reino Unido, en trámites y tiempos.
El proyecto toma como base la fórmula jurídica de responsabilidad limitada porque las estadísticas revelan que, desde un punto de vista formal, este tipo societario es el más sencillo y el que presenta una menor tasa de mortandad, que es uno de los grandes males para las pequeñas empresas: cinco de cada diez desaparece en los cuatro primeros años de vida.
Todavía queda un camino por recorrer tras la aprobación por el Consejo de Ministros. Por una parte, estamos trabajando en la infraestructura telemática de Nueva Empresa y en el diseño de herramientas de formación on line; por otra, se está elaborando un sistema de contabilidad simplificada, tan simple como una hoja de cálculo. Los pasos se están dando: es cada vez más una mera cuestión de tiempo que nuestro país se sitúe en el ámbito de creación de empresas al más exigente nivel que requieren nuestros empresarios.