Un atentado suicida causa 20 muertos en Jerusalén
Israel estudiaba ayer la respuesta a este nuevo atentado, mientras acusaba directamente a Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que se había apresurado a condenar el ataque.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, convocó ayer al Gabinete de Seguridad para estudiar la respuesta contra el atentado; varios ministros eran partidarios de enviar al exilio a Arafat, pero los ministros de Exteriores, Simon Peres, y Defensa, Benjamin Ben Eliezer, no respaldan esa propuesta. La ANP teme que la respuesta sea una incursión militar sobre Ramala, con Arafat como blanco directo.
El atentado tuvo lugar a las ocho de la mañana en el sur de Jerusalén. El autobús pertenecía a la línea procedente del asentamiento de colonos judíos de Gilo, fuente de continuos conflictos. En un comunicado, la organización terrorista Hamas anunciaba que 'la guerra contra los autobuses está en camino', lo que ha disparado el pánico en la población israelí.
Sharon se trasladó, por primera vez en su mandato, al lugar del atentado. Eliezer aprovechó para urgir a la construcción del muro electrónico de 130 kilómetros que separará a Israel de Cisjordania y un coste de algo más de un millón de dólares por kilómetro. La barrera también incluye zanjas, alambradas y muros de hormigón en las zonas más conflictivas. La primera intervención de las fuerzas israelíes se produjo en Hebrón, donde los soldados mataron a Mohamed Basharat, dirigente de Yihad Islámica acusado del asesinato en marzo de dos observadores internacionales en Cisjordania.
No obstante, los estrategas israelíes han recomendado prudencia a Sharon, ya que se espera el inminente anuncio del presidente de EE UU, George Bush, de un plan de paz para Oriente Próximo.
La Casa Blanca condenó 'enérgicamente' el atentado, pero no dio marcha atrás al proyecto del presidente, que prevé la creación de un Estado palestino provisional. El diario árabe Al Hayat filtró ayer que el Estado abarcaría el 40% del territorio cisjordano conquistado por Israel en 1967 y que sería el punto de partida de las negociaciones para una paz definitiva.