Jazztel vuelve a la ofensiva comercial tras canjear la deuda
Jazztel no ha tardado ni una semana en pasar a la ofensiva comercial tras llegar a un acuerdo con los bonistas para canjear por capital los 676 millones de euros en deuda cotizada de la compañía. Para recuperar el tiempo y la imagen perdida con sus problemas financieros, la operadora lanzará una oferta de llamadas locales, provinciales e interprovinciales gratis los fines de semana, según fuentes del sector.
El único requisito para acceder a esta promoción es estar preasignado con Jazztel, de forma que sea esta compañía la que curse todas las llamadas del cliente sin necesidad de marcar un prefijo para diferenciarse de Telefónica.
Los objetivos de Jazztel con esta campaña son varios. En primer lugar, volverá a contactar con clientes actuales y potenciales, después de dos meses de desaparición. A la vez, centra su propuesta en la preasignación, un arma vital para los operadores alternativos que, después de un comienzo fulgurante, está estancada en 1,5 millones de clientes, repartidos entre todos los rivales de Telefónica, una cifra muy inferior a la prevista.
Crecimiento de clientes
Por último, la operadora quiere demostrar que ha desplegado una red y unas infraestructuras que le permiten ofrecer llamadas gratuitas sin afectar en demasía a sus resultados. La meta de Jazztel es que el tráfico generado durante los días laborables por los clientes que se preasignen gracias a este oferta, así como el crecimiento en el número de usuarios, compensen la gratuidad de las conexiones durante los fines de semana.
Esta oferta es muy similar a la lanzada por Uni2 a principios de este mes. Jazztel, sin embargo, ha ido más allá y ha dejado a cero la cuota mensual de tres euros fijada por la filial española de France Télécom.
El trayecto que tiene Jazztel ante sí no es fácil. Los problemas financieros de la empresa paralizaron las contrataciones ante la incertidumbre que generaba su futuro. Los resultados no se hicieron esperar y menos de un mes después de anunciar el inicio de las negociaciones con los bonistas la compañía rebajó sus previsiones de ingresos y alejó el horizonte de rentabilidad operativa hasta la primera mitad de 2003.
El primer frente de lucha se ha centrado en los clientes particulares, pero el verdadero centro de batalla está en las empresas, mucho más preocupadas por la calidad y continuidad en el servicio que por las ofertas puntuales. Jazztel también tiene que convencer a los analistas que, una vez superado el problema financiero, hacen hincapié en la necesidad de demostrar que el negocio es viable y que es posible llegar a ser rentable en el mercado español de telecomunicaciones, algo que ningún nuevo operador ha logrado todavía.