El BCE reconoce que la zona euro no cumplirá el objetivo de inflación
Las últimas previsiones de IPC son muy superiores a las de hace seis meses, cuando el BCE esperaba un alza de precios de entre el 1,1% y el 2,1% para todo 2002. Además, el banco reconoce por primera vez que el fuerte aumento de la masa monetaria en circulación (medida por el agregado M3) ofrece señales de 'riesgo para la estabilidad de precios'.
La M3 creció en abril a un ritmo del 7,5% (frente al 7,3% de marzo). El BCE había mantenido hasta ahora que ello se debía sólo a que los inversores buscaban posiciones de mayor liquidez en momentos de incertidumbre. Otmar Issing, economista jefe del banco, dijo ayer que este dato deberá ser vigilado 'escrupulosamente'.
La máxima autoridad monetaria europea optó la semana pasada por mantener sin cambios los tipos de interés aduciendo que aún ve 'incertidumbres' que amenazan la reactivación económica de la zona euro. Pero el boletín publicado ayer avisa que 'es particularmente importante mantenerse vigilante' porque las perspectivas de evolución de precios son 'menos favorables que hace unos meses' (una frase que ya enunció el presidente del banco, Wim Duisenberg, tras la última reunión del consejo). Entre los elementos a vigilar están los precios de la energía (el barril de crudo brent ha subido un 34% en los últimos seis meses y ronda los 23,9 dólares) y la negociación de convenios salariales.
En cuanto a las previsiones de crecimiento, el BCE ajusta la previsión para este año dejándola en una horquilla que va del 0,9% al 1,5% (frente al 0,7%-1,7% augurado antes) y eleva la previsión para 2003, colocándola en una banda de 2,1% a 3,1% (frente al 2%-·3% augurado en diciembre).
El banco advierte sin embargo que estas previsiones parten del supuesto de que 'el PIB mundial fuera de la zona euro se recupere durante 2002'. El repunte de actividad económica en Estados Unidos, que absorbe una quinta parte de las exportaciones de la zona euro, será esencial para la mejora de los Doce.
La zona euro creció un modesto 0,2% en el primer trimestre del año y el principal motor de crecimiento fueron las exportaciones. Tanto la demanda interna como la inversión siguieron mostrando señales de debilidad extrema. Sin embargo, el boletín mensual del BCE augura un repunte del consumo privado doméstico, con aumentos del 1% al 1,4% durante este año y del 1,7% al 3% en 2003.
Subida de tipos
Estos datos se suman a la filtración, ayer mismo, de unas optimistas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la economía mundial. Y ello reavivó las especulaciones de inversores y analistas sobre cuándo se producirá la subida de tipos del BCE, que mantiene el precio oficial del dinero en el 3,25% desde el pasado mes de noviembre.
La mayoría de los expertos cree que el BCE subirá tipos antes de fin de año. Fuera de la zona euro, los mercados apuestan también por un endurecimiento de la política monetaria de Reino Unido.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Eddie George, declaró ayer que los precios inmobiliarios han alcanzado un nivel 'insostenible' en Reino Unido y que 'en algún momento tendremos que moderar el ritmo de crecimiento de la demanda doméstica'. 'Si no se modera, tendremos que endurecer la política (monetaria)', añadió.
Los tipos de interés oficiales del Banco de Inglaterra están en el 4%, el nivel más bajo en 38 años. Y los analistas creen que serán subidos al 4,5% de aquí a septiembre.
El único país de la UE que ha encarecido el precio oficial del dinero en lo que va de año es Suecia, país que subió en marzo sus tipos de referencia un cuarto de punto, hasta el 4%.
Los suecos votarán el año próximo en referéndum si se suman o no al euro. Y el Banco Central de Suecia cuenta desde ayer con un presidente con fama de ser pro-euro. Lars Heikensten, que hasta ahora ocupaba la vicepresidencia, relevó en el cargo a Urban Baeckstroem, quien anunció a finales de mayo que se retiraba tras cumplir un decenio en el puesto.