Bruselas descarta flexibilizar las licencias para el nuevo móvil
La Comisión Europea descartó ayer cualquier modificación en el régimen de concesión de licencias para los servicios de telefonía de tercera generación, a pesar de las continuas quejas de las operadoras sobre el impacto de aquella inversión en su cuenta de resultados.
'La Comisión es de la opinión de que, en principio, las condiciones de las licencias no deben cambiarse', afirma el informe sobre la evolución del sector que el Ejecutivo comunitario ha realizado por encargo de la Cumbre de Barcelona. En su cita en la capital catalana, los líderes de la UE pidieron en marzo 'un análisis exhaustivo sobre las barreras que continúan impidiendo el despliegue de los servicios de telefonía de tercera generación'. Bruselas ha identificado obstáculos legales y reglamentarios para el inicio de los nuevos servicios (previsto inicialmente para este año), pero descarta que el precio de las licencias sea la causa del retraso. El informe revalida la decisión de los Gobiernos de Tony Blair y Gerhard Schröder de subastar las licencias.
Las principales operadoras europeas gastaron 110.000 millones de euros en el año 2000 para adquirir el derecho a un espacio radioeléctrico que aún no han conseguido comenzar a explotar. La inversión coincidió con el estallido de la burbuja bursátil tecnológica y, ante las dificultades de financiación, las compañías clamaron por una relajación en las condiciones de concesión.
El informe de la Comisión sólo considera justificada una modificación en las licencias 'cuando se produzca un cambio impredecible de las circunstancias'. En ese caso, las modificaciones deben ser 'proporcionadas y transparentes', e idénticas en todos los países de la UE. Pero la Comisión no cree que haya llegado ese momento.
Exageración
El sector europeo de las telecomunicaciones sigue evolucionando mejor que el resto de la economía', afirma el informe presentado ayer. Bruselas considera exageradas las voces de alarma sobre la situación de un sector cuyo mercado aumentó un 10% en el año 2001 hasta ingresar 224.000 millones de euros. El 75% de la población europea ya dispone de un teléfono móvil y sólo en 2001 se vendieron 125 millones de aparatos. El consumo por cliente se ha estabilizado en torno a los 30 euros por mes.
Bruselas reconoce que el alto coste de las licencias ha erosionado la capacidad de endeudamiento de las compañías. 'Pero es sólo un factor, entre otros muchos, de los que afectan al sector'. La CE destaca la ralentización económica y la mayor competencia en telefonía como las verdaderas causas del deterioro de algunas compañías. 'Sin embargo, las predicciones extremadamente pesimistas del año pasado no se han cumplido y el sector comienza a superar sus problemas'.
La CE sí alerta sobre las trabas administrativas y legales que pueden encontrarse las operadoras al desplegar sus nuevos servicios. Algunas autoridades locales y regionales de la UE están invocando criterios medioambientales o sanitarios para impedir la instalación de antenas de repetición. Bruselas pide la armonización de las normas europeas sobre emisión de radiaciones para garantizar un trato ecuánime en toda la UE.