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20-J

Aznar advierte que la policía garantizará la normalidad el 20-J

El presidente del Gobierno, José María Aznar, exigió ayer a los sindicatos convocantes de la huelga general del 20 de junio que garanticen el cumplimiento de los servicios mínimos para que todo aquel que quiera acudir al trabajo vea respetado su derecho. En esta tarea, les advirtió, colaborará el Ejecutivo, comprometido a evitar coacciones durante la jornada de paro, con la ayuda de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Estas últimas, dijo, 'tienen la misión constitucional de garantizar, sin que se produzcan coacciones, tanto el derecho a la huelga como el derecho a trabajar'. A su juicio, el problema puede llegar si 'alguien piensa que, a falta de convencidos, son necesarios huelguistas forzosos'.

El presidente añadió que 'los servicios mínimos se establecen para garantizar el derecho al trabajo y la normalidad'. Reiteró que 'no hay argumentos para la huelga general', como lo demuestra, a su juicio, 'que alguien lleve convocándola desde hace dos años'.

Aznar mantuvo que su Gobierno 'no ha recortado ningún derecho' y acusó al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de proferir 'frases vacías' y no ofrecer alternativas. 'Usted lo que tiene que hacer es explicar lo que propone al país', le dijo.

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El líder socialista acusó a Aznar de recortar las prestaciones sociales 'de forma innecesaria' y de fomentar 'el despido fácil y barato'. 'La única urgencia es su urgencia: dejar atado y bien atado un modelo social regresivo', señaló.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, comparó al presidente del Gobierno 'con un rey absoluto'. 'Este no es el tiempo de los tercios de Flandes ni de la Inquisición, tampoco estamos en la época franquista', le espetó, en su reivindicación del derecho a la huelga reconocido en la Constitución.

Recortes sociales

Los ministros de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro, también tuvieron ayer su ración de crítica durante la sesión de control al Gobierno. El portavoz socialista, Jesús Caldera, emplazó al primero a analizar los efectos de la reforma del seguro de desempleo a partir de la experiencia propia. 'Usted es empresario. Pregunte a sus trabajadores qué opinan, porque a ellos tampoco les dan créditos con tanta facilidad como a usted', afirmó.

Rato echó mano de una ficha preparada para la ocasión y recordó a Caldera las ocasiones en las que 'con voto favorable de José Luis Rodríguez Zapatero' se recortaron derechos sociales cuando gobernaba el PSOE. Entre ellas enumeró la ampliación del periodo de cotización de seis meses a un año para determinar la duración de la prestación; la supresión de la capitalización de las prestaciones para los trabajadores autónomos y la eliminación de la protección por desempleo para algunos contratos de aprendizaje y tiempo parcial. 'Con todos esos votos de Zapatero, los parados españoles perdieron 3.800 millones de euros entre los años 1993 y 1997', aseguró el vicepresidente segundo.

El titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, negó cualquier intencionalidad de ahorro para las arcas del Estado en el decreto que hoy será sometido a convalidación en el pleno del Congreso. En su opinión, no tendrá impacto presupuestario 'porque no hay ninguna necesidad de ahorro presupuestario'.

El PP pide a Aparicio que pase a la ofensiva

 

 

Más pendientes del partido de fútbol que enfrentaba a España con Suráfrica que de las explicaciones apresuradas que les ofrecía el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, sobre la reforma del seguro de desempleo, el medio centenar de diputados del PP que acudieron a la Sala de Internacional del Congreso tuvieron que consolarse con las disculpas que les presentó su portavoz, Luis de Grandes, por haber elegido precisamente ese día y esa hora para actualizar sus conocimientos sobre el decreto que hoy se someterá a convalidación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aparicio, interrumpido por el secretario general del PP, Javier Arenas, cuando la selección española marcó el primer gol, describió a marchas forzadas las ventajas que observa en la reforma promovida desde el Gobierno y reconoció los inconvenientes que supondrá para el PP en Andalucía y Extremadura a partir de la ofensiva desplegada por el PSOE entre los trabajadores agrarios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con prisas y la mayoría de los asistentes pendientes del reloj (faltaba un cuarto de hora para las dos de la tarde y aun no había finalizado el primer tiempo del encuentro futbolístico), sólo tres diputados hicieron uso de la palabra para interesarse por distintos aspectos de la reforma. Los tres coincidieron en la necesidad de salir al paso de la ofensiva del PSOE con mayor agresividad ante la 'demagogia' con la que, a su juicio, se mueve el primer partido de la oposición. 'Tenemos que explicar mejor que no estamos acosando al parado', dijo uno de los diputados, tras admitir que durante el trámite parlamentario 'deberemos cambiar algunos aspectos del decreto'.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otro diputado propuso reformar la Ley de Procedimiento Laboral para acelerar los juicios en caso de despido, una propuesta que el ministro Juan Carlos Aparicio afirmó que no echa en saco roto.

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