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Empresas Tradicionales

El problema de Comytel, controlar las facturas

La empresa de teléfonos públicos gestiona 12 millones de minutos en llamadas al mes gracias a un programa de facturación a medida

En nuestro negocio no contamos botellas de vino sino cuánto consumen los clientes de cada botella'. Juan Peiró, consejero delegado del Grupo Comytel, apela a un símil muy descriptivo para reflejar la dificultad que representa facturar tráfico telefónico. Es decir, una multitud de pequeños datos de magnitudes variables.

Para el Grupo Comytel, especializado en telefonía pública y locutorios, servicios de comunicación a hospitales y terminales de Internet, era, por tanto, un requisito insoslayable contar con una herramienta que le aportara información veraz y fiable para la gestión de sus clientes. Y ha sido Dycsa, fabricante de programas de facturación e ingeniería, quien le ha aportado la solución más ajustada a los requerimientos de sus negocios.

En la actualidad, el grupo puede facturar por los diferentes servicios y productos que oferta, pero la solución también le permitirá gestionar los que abarcará en el futuro, entre los que se encuentra la telefonía móvil virtual. Y es que Comytel está en plena expansión gracias al rotundo crecimiento que ha experimentado desde que se lanzó al mercado en l996, en pleno boom de los operadores telefónicos.

En esa época, 'cuando todo el mundo se dedicaba a montar operadores, nosotros optamos por una red de venta de productos de telecomunicaciones, instalación y mantenimiento', cuenta Juan Peiró. Y añade: 'Somos mayoristas de tráfico telefónico. Consumimos del orden de 12 millones de minutos al mes. En definitiva, aportamos a los operadores coches que circularan por las autopistas', dice rememorando los comienzos.

Fue así como se dio a conocer en el mundo de la telefonía en la edición del año 1995 del salón tecnológico SIMO. En febrero de l996 homologó el primer teléfono público, que se instaló cinco meses más tarde. Nacido con la intención de cubrir las necesidades de consumo de telefonía pública en el Levante español, pronto las oportunidades surgidas en el interior de la Península empujaron al grupo a implantarse en el mercado nacional.

'Al finalizar l996, sólo cinco meses después de nuestra primera instalación, habíamos conseguido un parque de 2.900 teléfonos, cifra que al año siguiente alcanzaría los 7.600', explica Peiró.

Hoy, Comytel factura alrededor de 50 millones de euros y tiene 300 empleados. Cuenta con 10 locutorios propios y da servicio a más de 350 gestionados por otras compañías. A esta última línea de negocios se suman los 15.000 teléfonos públicos instalados por toda la geografía y 5.000 fijos que dan servicio en las habitaciones de diversos hospitales, además de los quioscos multimedia.

Inmigrantes

La previsión de Comytel para este año es alcanzar los 50 locutorios propios y dar servicio a 500 ajenos, repartidos por toda España. En estas instalaciones ofrecerán servicios de telefonía, Internet y videoconferencias que completarán con otras ofertas enfocadas al colectivo de inmigrantes, como envío y recepción de dinero, asesoramiento jurídico, tramitación de seguros, viajes, etcétera.

'En julio comenzaremos a operar en Portugal de la mano del grupo portugués Amorim y luego nos extenderemos hacia los países suramericanos y el norte de África', agrega Peiró. Pero ahí no terminan los planes de Comytel: otro proyecto es abrir un banco, Bancomytel, también para inmigrantes que demandan atención personalizada.

Sin duda, gestionar la facturación de diferentes productos, servicios y a muy diversos clientes no resultaba tarea sencilla y exigía zambullirse en las nuevas soluciones tecnológicas. Peiró señala que 'más que una herramienta que nos ofreciera rapidez, aunque también hemos ganado en tiempo, necesitábamos que nos brindara calidad en la información. En definitiva, la seguridad de que facturamos bien a proveedores y clientes. No hay que olvidar que las tarifas suben y bajan, se modifican constantemente y, si nos equivocamos, nuestras pérdidas pueden redundar en un porcentaje importante. Como decía antes, el volumen de pequeñas cifras en este negocio es inmenso y también lo pueden ser los errores'.

Para resolver el problema apelaron a Dycsa, empresa que les instaló una herramienta que permite englobar y gestionar de forma integrada los diferentes clientes y servicios. 'Posiblemente, la gestión y la facturación de servicios convergentes de un operador de telecomunicaciones sea el escenario más complejo de resolver', comenta Javier Llanes, consejero delegado de la firma. 'Para una empresa en pleno crecimiento, como Comytel, que gestiona telecomunicaciones era importante poner orden en un negocio que se encuentra, además, en plena expansión. Y nosotros les hemos ayudado en ese salto tecnológico'.

Después de repasar todas las exigencias del Grupo Comytel, integraron una de sus soluciones, Elite+. Se trata de un producto escalable, propio de Dycsa, que se adapta tanto a la pequeña como a la gran empresa y 'con un coste muy competitivo con respecto a las soluciones del mercado internacional', destaca Llanes. Gracias a sus funciones, la herramienta posibilitará a Comytel gestionar sus actuales empresas y también las futuras.

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